El Covid ha repuntado con el inicio del año. Cada día, las cifras de contagiados y fallecidos suman nuevos casos y siembra el dolor en cientos de familias. En poco más de un mes desde que arrancó el 2021, Santa Cruz acumula más de 350 fallecidos. En total, el departamento alcanza los 4.867 decesos por Covid.

El incremento en el número diario de decesos ha obligado al gobierno municipal a reactivar los protocolos para velorios y entierros con mayor rigurosidad. Durante los meses anteriores, la confianza permitió aliviar un poco el control. Ahora, cuando las cifras alcanzas números alarmantes, las medidas se tornan más inflexibles.

El director municipal de cementerios Ronald Romero, sostiene que desde su oficina siempre se priorizaron las medidas de bioseguridad y el cumplimiento de las normativas. Aunque revela lo complicado que resulta aplicarlas en los diversos camposantos. “¿Cómo le explicas a los dolientes que no pueden ingresar al cementerio por que la norma solo permite 10 familiares?”.

Romero afirma que tratan de hacer cumplir la normativa en cada velorio y funeral. De acuerdo a las disposiciones municipales, en los entierros de un difunto por Covid sólo se permiten dos familiares presentes en el entierro. Además, por bioseguridad, se suspende el velorio donde familiares y amigos puedan ofrecer el último adiós.

Confiesa que muchas veces se sienten sobrepasados por quienes asisten al entierro. “La gente no quiere cumplir” describe la autoridad. Y amplía su explicación al valorar la difícil decisión que deben tomar los responsables de cada cementerio. “Se controla el ingreso permitido, pero la gente está dolida por la pérdida y quiere ingresar a como sea, no quiere entender”. Para evitar situaciones de tensión en los momentos de despedida de un ser querido, los funcionarios tienen que ablandar las normas “porque sino se torna en un problema social”.

“Es difícil ponerse intransigente” confirma Romero. Señala que el Cementerio Norte, “dónde acude gente con mayor poder económico” es donde más incidentes se producen.

Ayuda municipal

La normativa vigente en Santa Cruz de la Sierra dispone que el municipio ayudará a las familias de difuntos con Covid para agilizar el entierro del fallecido. Además, la alcaldía asume los gastos básicos como el cajón y el entierro, ya sea en nicho o en tierra. El servicio gratuito del municipio incluye también la atención con el servicio de cremación.

Ronald Romero destaca las restricciones de espacio en los velorios para decesos no relacionados por Covid. Se tolera la presencia de 10 personas en sala manteniendo las distancias recomendadas. Afuera, “pueden aguardar en grupos para ingresar cuando el salón quede vacío”, puntualiza.

Para difuntos por Covid, el reglamento prohíbe los velorios y dispone el entierro inmediato.

A pesar de los esfuerzos por el cumplimiento de las disposiciones, son innumerables las trampas que la ciudadanía realiza para ofrecer la despedida a un ser amado. Romero lo reconoce, pero también es consciente de las limitaciones con que cuenta para hacer un control más efectivo.

Desde una funeraria, que prefiere no identificar su nombre, explican que “para no hacer tanto papeleo, la familia asume los costos del funeral y evita todos los protocolos”. Cada quien lo gestiona a su manera, agregan, para que los familiares puedan acompañar en estos últimos momentos al fallecido.

Recurren a la ayuda que ofrece el IDIF para facilitar el certificado de defunción, pero luego tuercen el rumbo para despedir con el último adiós.

Por: El Deber

Por Condori Luis Pedro

Diseñador y Administrador de Noticias en la Web

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