Una variante del coronavirus detectada por primera vez en Gran Bretaña se propaga rápidamente en Estados Unidos, amenazando con un aumento de los contagios en momentos en que su prevalencia ya se duplica aproximadamente cada 10 días, indicó una nueva investigación.

El estudio, publicado en internet el domingo y aún sin revisión de otros científicos, ofrece no obstante una visión amplia de la variante del coronavirus denominada B.1.1.7 en el país más golpeado por la pandemia en términos absolutos.

Un grupo de científicos liderado por expertos del Instituto de Investigación Scripps analizó un millón de muestras recogidas en todo el país desde el pasado verano boreal.

Más que secuenciar individualmente todas las muestras, lograron identificar una anomalía particular, un «proxy confiable», para el B.1.1.7.

También analizaron la secuencia genética completa, un proceso que lleva más tiempo, en 212 muestras.

Lograron determinar que la variante fue introducida por múltiples puntos al país en noviembre de 2020, y pese a que mantiene una incidencia baja, se espera que sea la cepa dominante en el mes de marzo. 

El equipo investigador indicó que la tasa de contagio es al menos 35-45% más elevada que las cepas más comunes, y su prevalencia se duplica cada semana y media.

El Reino Unido sufrió devastadoras olas de contagio de Covid-19 luego de que el B.1.1.7 se volviera la cepa dominante. La variante también ha impactado en varios países europeos, incluyendo Irlanda y Portugal.

«Fuente de gran preocupación»

«La B.1.1.7 es mucho más contagiosa, por lo que puede abrumar rápidamente a un país», tuiteó Ashish Jha, decano de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Brown, tras la publicación del estudio.

Irlanda tenía la epidemia controlada a fines de 2020, pero en enero la variante B.1.1.7 disparó una ola exponencial de contagios de la cual recién ahora se está reponiendo.

Estados Unidos es el país más afectado en términos absolutos, con más de 27 millones de casos confirmados y 460.000 muertes, aunque el último empuje tuvo su pico en torno al 8 de enero y desde entonces el ritmo de infecciones viene bajando.

Hay temores de que el B.1.1.7 dispare una nueva oleada, en tanto se propaga rápidamente en Florida, de acuerdo con la investigación, cuyos autores instan a que Estados Unidos desarrolle un sistema de vigilancia genómica del Covid.

«La continua propagación de variantes sigue siendo una fuente de gran preocupación y representa una amenaza que podría revertir las tendencias positivas recientes», dijo el lunes la directora de los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades (CDC), Rochelle Walensky. 

Las vacunas autorizadas actualmente en Estados Unidos siguen siendo efectivas contra la variante, mientras que el uso de mascarilla reduce drásticamente el contagio.

«Las dos cosas que podemos hacer son 1) asegurarnos de que estamos respetando las medidas de salud pública (…), 2) asegurarnos de que se vacune a la mayor cantidad posible de personas, lo antes posible», agregó en la sesión informativa el principal asesor médico del presidente Joe Biden en la pandemia, Anthony Fauci.

Por Condori Luis Pedro

Diseñador y Administrador de Noticias en la Web

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