Asesinó a la bebé de tres meses de su novia porque comenzó a parecerse a su padre biológico, hoy viernes, fue condenado a cadena perpetua, tras tres años de juicio.
Davey Everson, de 23 años, afirmó que la bebé Millie-Rose Burdett se había atragantado, mientras que su madre, Kirsty Burdett, de 25, lo ayudó a cubrir sus huellas.
Pero cuando la niña fue trasladada de urgencia al hospital, los médicos descubrieron que había sufrido una hemorragia cerebral debido a que la sacudieron violentamente y la arrojaron a su catre.
En la audiencia se conoció detalles dolorosos sobre el maltrato contra la infante, relataron que la madre presenció que su pareja le metía un biberón en la boca de la bebé con tanta fuerza que comenzó a sangrar, pero le permitió seguir alimentando a su hija y continuó su relación con él.
Por encubrimiento la madre también fue sentenciada a seis años de cárcel, el tribunal escuchó que ella afirmó que los moretones en la cara de su hija era por una caída, cuando en realidad su novio era el responsable.
Sufrió lesiones horribles que incluyen traumatismo craneoencefálico, 12 fracturas en múltiples costillas, fracturas en las piernas y fracturas por compresión en la columna vertebral. La herida fatal fue causada por Everson al arrojarla a un catre en la casa de la madre en Hertfordshire.
Argumentó que se había frustrado mientras alimentaba a la niña, cuando ella luchaba con un biberón grande que no podía caber en su boca. Y a pesar de que inicialmente se ofreció como voluntario para cuidar de ella, perdió interés cuando ella comenzó a parecerse más a su padre biológico.
Al dictar sentencia, la jueza Cheema-Grubb dijo que el asesino se había «irritado» por el parecido de la pequeña a su padre. La jueza dijo que estaba claro que Everson había matado «deliberadamente» a la niña y no simplemente había perdido el control en el calor de un momento de impaciencia.