¿Está prohibido que empresas privadas compren vacunas?

No. Cualquier empresa o privado que cumpla con los trámites de importación correspondientes, puede hacerlo. La compra, importación y distribución de vacunas anti COVID-19, están permitidas y respaldadas por los DS 4432 y 4438. “Cualquier empresa puede importar vacunas: Lo único que debe hacer, como con cualquier otro medicamento, es obtener el Registro Sanitario por Agemed, siendo posible incluso la homologación de estudios realizados en otros países del mundo para la autorización de uso por emergencia”, aclaró el Viceministro de Comercio Exterior e Integración, Benjamín Blanco.

Pero además surgieron otras dudas que se plantean desde hace varias semanas. Buscaremos darles respuestas sencillasde comprender para dilucidar algunas interrogantes que los lectores de EL DEBER nos plantean.

¿Es fácil comprar vacunas contra el Covid-19?

Actualmente la compra de vacunas es considerada como una Tercera Guerra Mundial. La producción planetaria de vacunas no abastece ante la gran demanda de los países de todos los continentes. Es más, los pedidos de hoy van a la fila para dentro de varios meses e incluso para el año que viene. Es posible comprar, pero la entrega no es inmediata y mucho menos si son cantidades pequeñas. Hoy el problema es la disponibilidad. Por ejemplo, un país como México, Estados Unidos, Francia o Australia, han solicitado y comprado varias decenas de millones de dosis que aún no les han entregado. No es por otra cosa que el desarrollo de la producción tiene un tiempo. No alcanzan las fábricas ante tanta demanda. Hoy el problema es mundial y por supuesto, regional. Enormes cantidades, grandes volúmenes, ya han sido comprados de antemano. Hoy la demanda supera la oferta y por ende las entregas del producto se hacen esperar.

¿Serán gratuitas las vacunas para todos?

Las vacunas, sean de la marca o procedencia que fueren, hoy son gratuitas “por la emergencia sanitaria mundial”. Es por ello que los Estados, las naciones, los países compran o buscan comprar, pero la aplicación a sus ciudadanos, habitantes y vivientes  lo hacen actualmente en forma gratuita. Sin embargo, si una empresa privada logra atravesar todos los obstáculos y consigue almacenar un buen lote de vacunas, las venderá a un coste aplicado a su mercado. Dentro de un tiempo, por ejemplo, el año que viene, seguramente toda esta situación cambiará y habrá mayores ofertas y posibilidades, pero como todo producto, costará unos cuantos dólares. Aplicarse en forma privada las dosis correspondientes para lograr inmunidad tendrá un costo económico, no será gratuita.

¿Cómo es la distribución de las vacunas, hay prioridades?

Efectivamente hay prioridades. Hay países y hablemos de grandes potencias como Estados Unidos, Israel, Japón, Alemania, etc. que han comprado vacunas a mediados del año pasado, es decir, antes de que salieran al mercado. ¡Antes de que existan! Por un lado, para financiar a los científicos la gran labor que desarrollaban en tiempo récords, segundo para asegurarse del futuro producto y tercero, previendo lo que ocurre hoy, que por más que se ofrezcan sumas cuantiosas de dinero es muy difícil conseguir debido a los contratos y compromisos firmados con anterioridad. La prioridad la tienen los países fabricantes, luego quienes la financiaron, en tercera instancia los países que dispusieron personas que arriesgaron su brazo y su organismo para ser objeto de las pruebas (Fase II y Fase III) y finalmente el resto de países que las demandan bajo otras normas del mercado, como por ejemplo, el dinero.

Por su parte la distribución será una gran logística que demandará además de enormes erogaciones económicas, lo más preciado hoy es el tiempo. Cada avión podrá transportar medio millón de dosis, incluso menos, por más acondicionado que esté. El transporte y la distribución conllevan miles de viajes y millones de horas. El plan se ajusta a requisitos y condicionantes estrictos por las cadenas de frío de las vacunas y la seguridad extrema en que son transportadas. Existen otros imprevistos y elementos de posibles demoras que siempre se toman en cuenta en viajes intercontinentales.

El mundo no estaba preparado para una pandemia. Si bien ahora estamos en mejores condiciones de enfrentar la pandemia del coronavirus, nunca parece ser suficiente y el tiempo apremia.

Por Condori Luis Pedro

Diseñador y Administrador de Noticias en la Web

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