Steven Brandenburg de 46 años, conocido como el saboteador de las vacunas y quien era trabajador de un hospital de Wisconsin, en Estados Unidos, se declaró culpable este martes por destruir 500 dosis de la vacuna contra la covid-19, el pasado 31 de diciembre.
Según los documentos judiciales, Brandenburg dijo a los investigadores que creía que la vacuna contenía microchips y podía dañar la fertilidad y cambiar el ADN de los vacunados.
“Algunas de las teorías de la conspiración que Brandenburg incluían, que los ataques terroristas del 11-S fueron un montaje o que la Tierra es plana; el cielo no es real, más bien es un escudo levantado por el Gobierno para evitar que los individuos vean a Dios; y se acerca el Día del Juicio”, de acuerdo a los fiscales.
Incluso, una compañera de trabajo dijo a las autoridades que Brandenburg llevaba una pistola calibre 45 al centro hospitalario «en caso de que los militares vinieran a llevárselo». Los policías confiscaron varias armas de fuego de la casa del hombre.El abogado de Brandenburg, Jason Baltz, alegó que su cliente estaba inmerso en un divorcio contencioso cuando ocurrieron los hechos. El juez ordenó que el acusado sea sometido a una evaluación de su salud mental.
Aunque los cargos combinados suponen una pena de hasta 20 años de prisión y hasta medio millón de dólares en multas, los fiscales aceptaron recomendar entre 3 años y 5 meses y 4 años y 3 meses de cárcel para Brandenburg. Está previsto que la sentencia se pronuncie el próximo 8 de junio.