El Vaticano confirmó el lunes el encuentro en Irak entre el papa Francisco y el gran ayatolá Alí Sistani, la más alta autoridad musulmana chiita del país, en el histórico viaje del pontífice previsto del 5 al 8 de marzo.

Según el programa oficial detallado del viaje, publicado este lunes por la Santa Sede, el papa argentino viajará en avión el 6 de marzo a la ciudad santa de Nayaf, al sur de Bagdad, para una «visita de cortesía» al gran ayatolá.

Sistani, de 90 años y figura clave de la política iraquí, no aparece en público, recibe muy pocas visitas y emite los sermones de las oraciones del viernes a través de uno de sus representantes.

El cardenal Louis Raphaël Sako, patriarca de la Iglesia católica caldea de Irak, había revelado a finales de enero este encuentro entre los dos dirigentes religiosos.

Antes de la publicación de su programa oficial en Irak, el papa Francisco expresó su deseo de viajar de nuevo, en un largo discurso ante los embajadores en la Santa Sede.

«Deseo reanudar en breve los viajes apostólicos, comenzando por el de Irak, previsto para el próximo mes de marzo», declaró, ya que «suelen ser una oportunidad favorable para profundizar, en un espíritu de intercambio y diálogo, la relación entre las diferentes religiones». 

«En nuestra época, el diálogo interreligioso es un componente importante en el encuentro entre pueblos y culturas. Cuando se entiende no como una renuncia a la propia identidad, sino como una oportunidad para un mayor conocimiento y enriquecimiento mutuo, este constituye una buena ocasión para los líderes religiosos y para los fieles de las diversas confesiones», prosiguió.

Hace dos años, el papa argentino firmó en Abú Dabi un documento sobre la libertad religiosa con el jeque Ahmed Al Tayeb, gran imán de la institución islámica sunita Al Azhar, con sede en El Cairo. 

El viaje del santo padre a Irak podría no obstante anularse por la pandemia, pero también por un recrudecimiento de la violencia en el país, sacudido desde hace 40 años por conflictos casi ininterrumpidos.

Si la visita se desarrolla como está previsto, el papa Francisco, vacunado ya contra la Covid-19, oficiará misas en una catedral de Bagdad atacada en 2010 y en un estadio de Erbil, capital del Kurdistán iraquí, donde muchos cristianos buscaron refugio al huir del grupo yihadista Estado Islámico (EI).

También se reunirá con las autoridades políticas del país.

Por Condori Luis Pedro

Diseñador y Administrador de Noticias en la Web

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