Los salones caninos permanecieron abiertos durante las últimas dos de las tres cuarentenas de Austria y no necesitan pedir a los dueños que presenten el resultado negativo de un examen por coronavirus, como ocurre con los salones de belleza.

«Desde el confinamiento anterior, mi esposa me recorta el pelo de vez en cuando con una cortadora de cabello», dijo Roland Vitecek junto a Lili, su Yorkshire Terrier de 10 años, en el salón para perros Zirkusgasse.

«Es una prioridad mayor que el perro sea acicalado», admitió mientras reservaba una cita para que laven, cepillen, corten el pelo y sequen a Lili.

La dueña del salón, Grazyna Jedrasiak, dijo que el cierre durante la primera cuarentena desde mediados de marzo hasta mediados de abril creó una lista de espera, lo que significa que luego tuvo «el doble de trabajo».

Ahora el negocio es más lento que lo habitual, ya que algunos clientes están preocupados de infectarse o no tienen trabajo, dijo.

«Mi perro fue el primero (de nosotros) que recibió un tratamiento completo en el salón de belleza», dijo Zlatka Cular junto a Archie, un Yorkshire Terrier de seis años. «Lamentablemente, no tuve tiempo de ir a la peluquería, así que iré en dos días».

El requisito de presentar una prueba de coronavirus negativa de no más de 48 horas para cortarse el pelo ha llevado a muchas personas a apresurarse por acudir a centros de exámenes. El último confinamiento duró más de seis semanas.

«A veces la gente no está tan bien arreglada como sus perros, porque los perros vienen a verme cada seis u ocho semanas, pero la gente no ha ido a la peluquería en mucho tiempo. Eso probablemente será así por un tiempo, porque con las pruebas tampoco conseguirán una cita de inmediato «, dijo Jedrasiak.

(Red Uno)

Por Condori Luis Pedro

Diseñador y Administrador de Noticias en la Web

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