La anulación y devolución del crédito del Fondo Monetario Internacional por parte del Banco Central de Bolivia (BCB) por $us 346,7 millones genera un daño económico a la entidad emisora, según denuncia el exdirector del BCB, José Gabriel Espinoza.

«Si como ha mencionado el presidente del BCB, Edwin Rojas, ha sido el BCB quien ha hecho los pagos y la devolución, estamos ante un daño económico muy fuerte a la institución, por parte de la actual directiva de la entidad. Una obligación que no le corresponde», cuestionó el economista y docente universitario.

En contacto con EL DEBER, Espinoza explicó que existen varios informes técnicos y actas del directorio del BCB donde muestran claramente la naturaleza de la operación, la misma que no corresponde a un endeudamiento, lo que junto con el memorándum de entendimiento entre el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas y el FMI (todos ellos documentos públicos) dejan al menos dos elementos, que él considera ‘falsos’ emitidos por el residente del BCB en su conferencia de prensa:

1) la operación IFR no planteó jamás ninguna condicionante a la política fiscal o monetaria de Bolivia.

2) ésta no es una operación de endeudamiento, sino de intercambio de divisas.

En este contexto, observa que la liquidación adelantada de la operación, que estaba pactada a cinco años, es la que causa la pérdida cambiaria que señala el actual presidente del BCB, probablemente por una falta de una adecuada evaluación técnica.

Asimismo, observa que la acción de devolución de los recursos por parte del BCB al FMI resulta por demás de preocupante, ya que tal como ha mencionado el actual Presidente del BCB, Edwin Rojas, la institución actúa solo como agente financiero del Gobierno, por lo que quien contrajo la obligación es el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas. «En este sentido, la institución que debería llevar adelante las gestiones y los pagos, es el Ministerio de Economía, según el memorándum de entendimiento firmado entre ambas instituciones», indica.

Falta un plan económico

El exdirector del Banco Central, afirma que es preocupante para el país que a 100 días de Gobierno, no exista un plan económico en un escenario de crisis mundial y además en una crisis sanitaria mal administrada en todo nivel.

«Frente a ello la gestión económica que adopta el Gobierno es el mandar mensajes de persecución, con el objetivo de tapar su falta de una política económica real frente a la crisis», afirma.

Es lamentable -según Espinoza- que desde una institución como el BCB (que no debería tener una dependencia política tan fuerte del Ministerio de Economía) se realice una acción netamente política alejada de un trabajo técnico que caracteriza al BCB.

Por Condori Luis Pedro

Diseñador y Administrador de Noticias en la Web

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