Fidel Flores, presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosa y Trigo (Anapo), lamenta que por el control estatal de los precios, el sector no puede aprovechar la buena cotización internacional de la soya. Critica que sea la espalda de los productores donde se apoye los nuevos costos de la harina de soya para los pecuaria del interior.

_¿Cuál ha sido el desempeño del sector?
Hasta el momento el avance de las áreas sembradas de soya llega a más de un millón de hectáreas. En gran parte de la campaña de siembra el tiempo nos acompañó, salvo en las últimas semanas hubo un exceso de lluvias en la zona del norte cruceño lo que provocó, hasta ahora, daños en unas 30.000 hectáreas. Eso en el aspecto productivo.

_En cuanto a las últimas medidas dictadas por el Gobierno, ¿qué lectura hace?
Pues, el dejar sin efecto la libre exportación y que los precios se generen a partir de la demanda y la oferta, ha provocado una grave distorsión de los costos a la hora de negociar nuestra producción con las industrias, como así también en la venta de harina de soya al mercado del interior. Un tema que nos preocupa mucho como productores primarios.

¿Por qué?
Porque al final estas medidas repercuten en nuestro sector cuando tienen que vender sus granos a la industria. Ya que se debe tener en cuenta que después de mucho tiempo el precio internacional de la tonelada de soya vale $us 500, en ese escenario cuando se le estaba vendiendo a la industria, sin las bandas de precio, ellas nos estaban pagando unos $us 410 la tonelada, pero al volver los controles de los costos y los cupos de abastecimiento para el mercado interno a consecuencia de la harina de soya que se lo vende por debajo de los precios de expectativa de exportación, nosotros nos vemos afectados por una menor pagar que no va a superar los $us 380 la tonelada.

_¿Estos precios cubren sus costos de producción?
Más allá de que si se cubren o no los costos de producción, lo que quiero hacer notar que con estas medidas de bandas de precios lo que finalmente se está haciendo es que nosotros los productores primarios estamos subvencionado, con precios que no son reales, al sector pecuario. Justamente el pedido de la banda de precios es una demanda de los pecuarios del interior. Ese es el gran problema y un limitante para aprovechar los buenos precios internacionales que nos permitan pagar las deudas que venimos arrastrando hace años.

Porque le debo recordar que hace dos campañas, por tema precios y clima, nos fue mal. Y este año era nuestra oportunidad para salir adelante aprovechando la cotización internacional, pero con estas medidas gubernamentales los que tendremos que pagar la subvención somos los productores primarios.

_¿Hay algún avance en el tema del uso de nuevos eventos transgénicos?
Ya se presentaron las propuestas para la incorporación de nuevos eventos genéticamente modificados, especialmente para la soya. Contamos con información adicional para ser presentada a las nuevas autoridades para tener la oportunidad de ampliar el uso de nuevos eventos. En la medida que el Gobierno esté dispuesto a abordar estos temas lo vamos a conversar, aunque si ya hubo un anuncio del presidente Luis Arce de que van a tomar en cuenta nuestras propuestas.

Entender la necesidad de nuevos eventos en la soya se debe a que en la actualidad el rendimiento por hectárea de este producto no supera las dos toneladas, mientras que nuestros vecinos (Argentina y Paraguay) superan las tres toneladas. Contando con nuevos eventos hemos calculado que la producción va a aumentar un 40% y que se van a reducir los costos en el uso de plaguicidas.

Otro ejemplo es el uso de transgénicos en el maíz, ya van por varios eventos en los países vecinos y por ello logran rendimientos de hasta las siete toneladas por hectárea y nosotros que apenas llagamos a 2,5 toneladas. Por eso es nuestro pedido, pues queremos ser competitivos.

_¿La ampliación para el pago de los créditos diferidos tiene algún efecto en el sector?
Lo ideal es poder acceder a créditos blandos que nos permita pagar como sector una deuda de unos $us 200 millones con las casas comerciales que nos venden equipos e insumos. 

Son deudas que tenemos hace tiempo y considero que seguiremos con problemas para su pago si es que el Gobierno insiste con las bandas de precios, un sistema que afecta a la cadena productiva y no hace otra cosa, como le indique antes, que subvencionemos la producción de harina de soya para la pecuaria del interior. Sin dudas que ayuda el diferimiento, pero lo que más ayuda es que el Gobierno deje sin efecto las bandas de precio y nos permita seguir creciendo y generando puestos de trabajo.

Por: El Deber

Por Condori Luis Pedro

Diseñador y Administrador de Noticias en la Web

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