Dicen los supersticiosos que nunca hay que tocar una copa antes de disputar una final, porque da mala suerte. Marinho no tomó en cuenta o se olvidó de la cábala, acarició la histórica Copa Libertadores al ingresar al estadio Maracaná, y Santos cayó en la final ante Palmeiras.

Creer o reventar… lo cierto es que hay muchos casos similares de jugadores que hicieron lo mismo que Marinho y acabaron frustrados y tristes como él.

Distintos portales recuerdan el caso de Zidane en el Mundial 2006, cuando acarició la Copa del Mundo, luego acabó expulsado por un cabezazo a Materazzi, y el trofeo lo ganó Italia.

El de Ludovic Giuly en la Champions 2004, en el partido Mónaco-Porto; Giuly tocó la orejona antes del partido y el campeón fue el equipo de Mourinho.

Gattuso en la Champions 2005 le hizo mimos al trofeo de la Champions, minutos antes de que el Milan enfrentara al Liverpool en la final. Vencían los italianos 3-0, pero empataron los ingleses y ganaron por penales.

Dicen que la excepción hace la regla. Ocurrió hace poco más de un año, en el estadio Nacional de Lima, cuando el delantero del Flamengo Gabigol agarró la Copa Libertadores ingresando a la cancha. El atacante marcó los dos goles de la victoria sobre River Plate y levantó el trofeo como campeón.

Por: El Deber

Por Condori Luis Pedro

Diseñador y Administrador de Noticias en la Web

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