A las 6:00 de la mañana se espera el arribo del vuelo de BoA que traerá al país 500.000 dosis de la vacuna china de Sinopharm. Desde el Servicio Departamental de Salud (Sedes) consideran que entre 40.000 y 50.000 dosis queden en el departamento para distribuirse entre el personal de salud y trabajadores de primera línea.
El Gerente de la Unidad de Epidemiología del Sedes, Carlos Hurtado, estima que quedarán en Santa Cruz unas 40.000 vacunas, «quizá lleguemos a las 50.000», aunque la cifra no ha sido oficializada. Hurtado asegura que la logística para la conservación de las vacunas y su aplicación inmediata está preparada.
Los centros de vacunación incluyen a los hospitales de tercer y segundo nivel, los centros de salud de primer nivel, el hospital universitario Martin Dockweiler y alguna escuela. El funcionario del Sedes destacó que se podrán acceder a nuevos espacios de vacunación para agilizar la aplicación a la población.
Tras el arribo del avión, las vacunas serán almacenadas en el Programa Ampliado de Inmunizaciones desde se distribuirán a los diversos niveles de salud. Las dosis recibidas este miércoles priorizarán la vacunación del personal que trabaja en el sistema de salud y que todavía no han recibido su inmunización.
«En esta segunda fase también se contemplan los trabajadores de primera línea como la Policía, los militares y los periodistas», destacó Hurtado. Incluso, contempla la entrega de vacunas a las provincias del departamento donde también se cuenta con personal de salud.
Registro de pacientes no es excluyente
Carlos Hurtado enfatiza en que las vacunas serán aplicadas de acuerdo a las prioridades dispuestas por las autoridades de salud. Además de los trabajadores de salud y personal de primera línea, los grupos de riesgo incluye a las personas mayores de 60 años y personas con enfermedades de base.
«Se trabajará de acuerdo a las prioridades establecidas en la población», destaca. Además, se muestra esperanzador para que «los próximos envíos de vacunas lleguen en unos 15 días y así continuemos con la vacunación a toda la población», manifestó Hurtado.
Aclara que el requisito de un registro nacional de vacunación surgió ante la alta demanda por parte de la población, pero descarta que este registro sea excluyente para la población en riesgo. «Un paciente de 60 años con patología de base podrá recibir la vacunación sin ningún problema», considera Hurtado.