Tras 45 días de aislamiento y de dar batalla al Covid-19, el exdiputado Tomás Monasterio, quien en el pasado fue hombre fuerte de Demócratas en la Asamblea del anterior Gobierno central, reapareció para anunciar su salida del partido verde y no se guardó las acusaciones contra el líder de este frente político, el actual gobernador cruceño Rubén Costas. Sus dardos también alcanzaron a Roly Aguilera, candidato a la Alcaldía cruceña.

La polémica se encendió en la cabina de EL DEBER Radio, en una entrevista con el programa Influyentes, donde Monasterio dijo que se sentía defraudado y avergonzado por la forma en la que el partido fue cambiando para convertirse en «un instrumento de frivolidad», cuando en otrora fue un frente defensor de la democracia y de la autonomía.

Según su lectura sobre la coyuntura de Demócratas, se ha impuesto el músculo (en referencia a la «imposición» de candidatos como Roly Aguilera) por encima de la capacidad y experiencia, lo que acentuó la crisis interna en el partido.

«La situación del partido se acrecienta por una crisis interna y la imposición del dedazo de Rubén (Costas) al no respetar los procedimientos internos respecto a las definición y designación de las candidaturas. No se respetó al comité ejecutivo y Rubén faltó a la institucionalidad», subrayó Monasterio.

Durante la entrevista, Monasterio afirmó que esta intranquilidad fue expuesta a los líderes del partido, pero «Rubén prefirió jugar al papel de caudillo dictador dentro del partido e imponer el dedazo«, señaló, a tiempo de agregar que no había renunciado con anterioridad (como sí lo hicieron figuras como Vladimir Peña y Óscar Ortiz) porque tenía la esperanza de que las cosas cambien.

«Me siento impotente, no pude salvar a Rubén del mismo Rubén. Tomó decisiones que llevaron al alejamiento de figuras importantes. Hubo una alta cuota de deslealtad, donde primaron los intereses sectarios (…). En Demócratas ahora se vende el tamaño de los bíceps de Roly y no el tamaño del cerebro«, apuntó.

Desde su perspectiva también considera que «Demócratas es un partido que va al fracaso», algo que lamenta, pero que es fruto de las malas decisiones de Costas y su enfoque sobre la campaña electoral en la búsqueda de la silla municipal cruceña. «¿Cómo es posible que en el municipio más grande (Santa Cruz de la Sierra) se tenga en cuenta primero el tamaño de los bíceps (de Roly Aguilera) que el tamaño de las ideas y la lógica de responder a los problemas de la población?», cuestionó.

Además, concluyó diciendo que la actual campaña y contienda electoral es un show que no pasa al terreno de las ideas y la seriedad, sino que se queda en bailes, ver quién es más radical, en quién tiene más músculos o  videos en la red social Tik-Tok, lo que evidencia un vacío en la política cruceña que deja mucho que desear. 

Sobre su futuro político, Tomás Monasterio dijo que todavía no reflexionó sobre el tema, pero aseguró que continuará sirviendo desde la arena política a Santa Cruz.

Por: El Deber

Por Condori Luis Pedro

Diseñador y Administrador de Noticias en la Web

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