Existen denuncias en Chile que miles de personas que no pertenecen al grupo prioritario (18 a 59 años) se vacunaron contra la COVID-19. Según las cifras, este grupo superaría las 37 mil personas.

“Hay un calendario porque hay un número de vacunas que las hemos ido priorizando. Le decimos a los distintos ediles que le hemos pedido a las seremis que fiscalicen, porque una vacuna que se pone a una persona menor (de la edad estipulada en el calendario), es una vacuna menos para esa persona de mayor riesgo, por lo tanto es fundamental que se adecúen al calendario, porque tiene el objetivo sanitario de ir vacunando a estas poblaciones que tienen más riesgo”. Esa fue la frase que recalcó ayer la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, a propósito de los distintos casos de “saltos en la fila” en la vacunación contra la COVID-19 que se han reportado a lo largo del país.

Salud, incluso, el miércoles pasado emitió un decreto que plantea sanciones a los establecimientos o municipios que no se apeguen al cronograma de vacunación. “Deberán ceñirse estrictamente a las indicaciones señaladas precedentemente (calendario). El cumplimiento de las medidas impuestas por esta resolución será fiscalizado y sancionado, según lo dispuesto en el Libro X del Código Sanitario y en el Código Penal, según corresponda”, señala la resolución publicada en el Diario Oficial.

Sin embargo, el Departamento de Estadísticas e Información en Salud (DEIS), al cierre de esta edición, publicó la última actualización de los datos cargados al Registro Nacional de Inmunizaciones (RNI). Estos revelan que la gran mayoría de los municipios ha inoculado a personas que se ubican en la categoría de “población sana”, de entre los 18-59 años de edad. Se trata de un grupo objetivo que, según ha informado la cartera sanitaria, fue puesto en último lugar de priorización, por lo que su vacunación se iniciará una vez que se haya protegido a las personas más vulnerables. Las proyecciones más auspiciosas para este grupo, según adelantaron el ministro Enrique Paris y la subsecretaria Daza, apuntan comenzar a inmunizarlo a contar de fines de abril.

A nivel país, las personas inoculadas que no pertenecen a los grupos priorizados -adultos mayores, personal de salud, residentes de centros cerrados, personal de servicios esenciales, funcionarios de servicio e infraestructura crítica, entre otros- suman 37.306 y, de éstas, 11.669 se ubican en la Región Metropolitana, donde se registran 11.669 vacunados. La lista es liderada por La Florida, con 2.886 personas, es decir, el 7,7% de la “población sana” inoculada a nivel nacional.

Ante la consulta de La Tercera, el alcalde de la comuna, Rodolfo Carter, explica que “los primeros días que se vacunó habían Bomberos, Carabineros que no estaban registrados en el RNI y eso se ha ido actualizando durante los días. Nosotros al Minsal le planteamos las excepciones que hemos hecho: vacunar a vendedores de la feria, colectiveros, recolectores de basura, personal de cementerios, profesores. No había forma de registrarlo, porque no tenían el casillero. Somos quienes hemos vacunado más, e incluso, se ha vacunado con nosotros gente de otras comunas”.

El edil añade que “hemos inmunizado a más de 53 mil personas, y eso (2.886) es bastante menos del 5% del total de la población”.

La afirmación del alcalde es efectiva: La Florida ha puesto 4,49% de sus primeras dosis a “población sana” entre 18 y 59 años. Sin embargo, el promedio nacional de dosis en este rango es bastante menor: 1,4%. Así, en otras zonas del país y en porcentaje de primeras dosis, Graneros ha puesto el 13,48% en personas sanas, Punta Arenas, el 9,01%, La Ligua, 9,14%, Cerro Navia, el 5,10%, Lago Ranco 16,9%.

Ante las críticas que hizo la presidenta del Colegio Médico (Colmed) Izkia Siches, quien señaló que podrían existir “favoritismos” por parte de algunos alcaldes al vacunar a ciertos grupos de la población, Carter responde que Siches “tiene razón, es posible que eso ocurra, puede ser. Entiendo que el alcalde una ciudad del sur vacunó a su club deportivo, pero yo no le acepto esa insinuación. Claramente nosotros jamás incurriríamos en eso. Es más, yo me podría haber vacunado hace una semana (como autoridad), pero no me he vacunado y esa es la mejor prueba de que actuamos con corrección”.

(La Tercera)

Por Condori Luis Pedro

Diseñador y Administrador de Noticias en la Web

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