Bolivia nunca formó parte de la propuesta sudamericana del Mundial 2030, y es casi imposible que sea tomada en cuenta ahora, como sugieren algunos, reflotando el tema.

La idea surgió en 2005, cuando el extinto presidente uruguayo Tabaré Vázquez le planteó al otrora presidente de la FIFA Joseph Blatter el interés de volver a organizar la Copa del Mundo junto a otro país del Mercosur, al conmemorarse el 75.° aniversario del Mundial Uruguay 1930.

Argentina se unió al proyecto en 2007, y la idea empezó a madurar con el argumento de la celebración de los 100 años del primer torneo mundial de fútbol que se disputó en Uruguay.

Argentina y Uruguay fueron los primeros en unirse para postularse, después Paraguay solicitó su inclusión al proyecto, y luego Chile fue tomado en cuenta.

Bolivia intentó formar parte del grupo como una de las subsedes, pero no contó con el apoyo de los otros países que aspiraban a la sede de 2030.

El entonces ministro de Deportes, Tito Montaño, oficializó el pedido boliviano ante el comité de postulación.

Posteriormente, el expresidente Evo Morales presentó un video para promocionar la candidatura boliviana como subsede del Mundial 2030, ofreciendo construir un estadio con capacidad para 70 mil personas, en Santa Cruz o Cochabamba.

Los presidentes de Argentina Chile, Paraguay y Uruguay se reunieron en febrero de 2019 para oficializar la candidatura conjunta, y Bolivia no fue incluida.

El único país que se manifestó al respecto fue Paraguay, que a través de su presidente, Mario Abdo Benítez, expresó su apoyo a la inclusión de Bolivia, durante su visita a Oruro.

Además, siempre la última palabra la tiene la FIFA, que es la dueña del espectáculo.

Por Condori Luis Pedro

Diseñador y Administrador de Noticias en la Web

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