El fútbol boliviano volvió a escribir una de esas páginas de contenido grotesco que de tanto en tanto engrosan un libro de historias absurdas.

La primera fecha del campeonato de la División Profesional arrancó a medias, con la suspensión de dos encuentros y la realización de otro con planteles juveniles.

Por la tarde, Real Santa Cruz y Wilstermann salieron al campo de juego del estadio del club albo, donde los esperaba el árbitro Alejandro Mancilla y sus colaboradores. El local con su plantel profesional y uno juvenil, y el visitante con sus titulares. La consigna era presentarse pero no jugar el partido.

Hubo el saludo correspondiente, una charla con el árbitro sobre la situación y la decisión tomada, la posterior explicación reglamentaria del juez central, y después cada uno a lo suyo. Mancilla a presentar el informe de lo sucedido y los equipos a realizar un trabajo liviano en el campo, bajo la mirada del millar de aficionados que ante la falta de partido se conformó con el entrenamiento público.

Todo esto sucedió después de una larga previa en vestuarios.

En la noche, en el estadio Tahuichi Aguilera, ocurrió algo parecido entre Blooming y Guabirá, que salieron al campo con sus equipos titulares pero decidieron no jugar.

El árbitro Rafael Subirana cumplió con lo que manda el reglamento, mientras el público observaba en silencio lo sucedido. 

Los rebeldes

Otra fue la historia en Potosí, donde el local Nacional y The Strongest decidieron jugar con formaciones juveniles porque los futbolistas profesionales de ambos clubes fueron leales a su gremio.

Un dato para la anécdota. Se impusieron los atigrados por 4-3 en el estadio Víctor Agustín Ugarte.

En lo global, para algunos habrá ganado Fabol, que impuso su decisión de no dar inicio al campeonato mientras no se atiendan algunas exigencias de los futbolistas, entre ellas, anular el Tribunal de Apelaciones integrado solo por representantes de los dirigentes, o conformar uno ecuánime.

Y el perdedor, la Federación Boliviana de Fútbol, que no logró el objetivo de que se jueguen todos los partidos programados para esta fecha.

En realidad, perdieron todos, porque la imagen del fútbol vuelve a quedar totalmente desdibujada.

Restan cuatro partidos más, entre hoy y mañana. No hay nada definido al respecto. Algunos jugarán, otros no.

Por Condori Luis Pedro

Diseñador y Administrador de Noticias en la Web

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