La internación ‘gigantesca’ de mercancías a los mercados, principalmente alimentos, es innegable. El efecto coyuntural proviene de la depreciación de las monedas en los países vecinos. En el caso de la oferta de leche en polvo predominan las marcas argentinas Nido, San Cor y La Lechera. 

Esta última, por su precio, desbancó de la preferencia a las nacionales PIL, Pura Vida y Bonlé”, afirmó la propietaria del almacén Flavia -prefirió el anonimato-, en la calle Guarayos, del mercado viejo La Ramada.

La mujer reveló que a este punto de la ciudad llegan marcas argentinas de leche que son distribuidas por proveedores que siguen los canales formales de importación, pero que también está la oferta que es internada al país eludiendo los controles fronterizos y que no cuenta con registro sanitario. Anotó, por ejemplo, que la leche Nido que no cuenta con registro de sanidad se vende a Bs 30 la bolsa de 800 gramos, contra la internada legalmente que se cotiza a Bs 35.

La Lechera, que también carece de registro sanitario vale Bs 25, la bolsa de 800 gramos. Las marcas nacionales, se venden entre Bs 32 y 38. “Hay una competencia desleal en precio y obvio que prevalece a la hora de la compra”, insinuó la comerciante.

Referente a las ventas, dijo que el retorno a clases de los estudiantes condicionado por la modalidad a distancia juega en contra de la facturación, tanto en los negocios como en los fabricantes de leche que para competir e impulsar sus ventas activaron ‘combos’, con productos extra, para fidelizar el consumo de lo Hecho en Bolivia. “Ni así venden. La gente prefiere lo importado porque es más barato”, puntualizó la mujer.

En los supermercados la oferta láctea trasciende a quesos fundidos, leche fluida, mantequillas, dulce de leche, entre otros productos, cuyo origen corresponde a Brasil, Argentina y Paraguay.

En los mostradores refrigerados prevalecen las marcas La Serenísima, San Cor y Milkaut (Argentina), Philadelphia (Brasil) y El Trébol (Paraguay). La oferta de leche fluida descremada en caja en dichas marcas extranjeras vale Bs 9,40. La nacional PIL, en la misma presentación, alcanza un valor de Bs 10.

Realidad del sector

Las empresas del núcleo lácteo de la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), aglutina a pequeñas, medianas y grandes empresas del sector, aducen una reducción sostenida del consumo de lácteos en los últimos años en el país. Reflejan que en enero de este año, con relación a igual mes de 2019, la caída en ventas supera el 20%

En febrero, la disminución alcanza cerca del 10%. “Paralelamente, los programas sociales han sido afectados un 20% en comparación con febrero del año anterior”, manifiestan representantes del núcleo.

Dan cuenta de que la situación es preocupante, dado que en 2019 el consumo de leche cruda destinado al subsidio prenatal y de lactancia fue de aproximadamente 2,6 millones de litros al mes, mientras que en 2020, el consumo alcanzó a 1,8 millones de litros mes, lo que implica una reducción de alrededor de 743.000 litros mes del consumo de leche cruda, dando un total estimado de 8,9 millones de litros que se han dejado de consumir vía subsidio prenatal y de lactancia. 

En valor, representa una pérdida aproximada de Bs 29 millones por año. “Estas pérdidas se ven reflejadas con mayor fuerza en la pequeñas y medianas empresas”, afirman.

El impacto de la reducción trasciende a la leche en polvo. Infieren que en diciembre de 2020 se comercializaron unas 437 toneladas métricas (TM) de leche en polvo, con una diferencia negativa de alrededor del 32% con respecto a diciembre de 2019, cuando se llegó a comercializar 638 TM.

Describen que en enero de este año se logró comercializar 419 TM, que cotejado con igual mes de 2020 donde se colocaron 475 TM, marca una diferencia negativa de aproximadamente un 12%. La tendencia a la baja se repite en febrero con 277 TM vendidas, versus 409 TM comercializadas en el mismo mes de 2020. Representa una reducción de más del 32%, una de las mayores caídas dentro de esta categoría en los últimos años.

El contrabando también golpea al sector. Advierten que la internación de productos al país, sin pagar impuestos para su comercialización en mercados locales, hace que los precios sean mucho más bajos que los productos hechos en Bolivia o importados legalmente.

“En el país existe una marcada presencia de productos del exterior que ingresan de contrabando con menores precios, en presentaciones comerciales similares a las nacionales, como también a granel, lo que afecta no solo al consumo de lácteos nacionales, sino también al desempeño productivo y comercial de las pequeñas, medianas y grandes industrias, como también a los productores nacionales legalmente establecidos”, señalan, al pedir mayor control en los mercados que son los lugares donde se venden los alimentos sin autorización sanitaria.

En el caso de PIL Andina dan cuenta de que registran una importante caída de los volúmenes de venta en el mercado interno (comercial y programas sociales). Por ejemplo, aluden que hasta febrero de la presente gestión las ventas han disminuido un 10%, con respecto al mismo periodo de 2019, con un fuerte impacto en lácteos, bebidas y otros alimentos. 

En programas sociales, las ventas decrecieron un 62%, principalmente por la caída en desayunos escolares y reducción de la cuota láctea en el subsidio de lactancia.

A escala de productos, según PIL Andina, el impacto en lácteos se presenta en dulce de leche, quesos y algunas leches saborizadas. Sin embargo, el principal golpe está presente en leche en polvo, con una caída mensual de 200 toneladas métricas (equivale a 1.660.000 litros de leche cruda). “A este ritmo la empresa deberá reducir el acopio de materia prima, dada la contracción que tenemos en el mercado de leche en polvo”, subrayan desde la industria láctea.

PIL Andina cree que urge implementar políticas más agresivas y efectivas para controlar, en las fronteras y, sobre todo en los mercados, el constante ingreso de productos de contrabando. “También tendría que fiscalizarse, de mejor manera, alimentos que ingresan al país sin la correspondiente autorización sanitaria», puntualizan.

Competencia desleal

Para Roberto Arce, presidente de la Asociación Nacional de Industrias Lácteas (Andil) –unifica 10 empresas pequeñas y medianas de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz, Tarija y Chuquisaca-, el contrabando relega la producción nacional porque ingresa al país sin ningún control sanitario y sin pagar impuestos. “Por eso son más baratos”, anotó, al acotar que hay muchas empresas del sector que están con problemas por las crisis sanitaria, económica, social y política, y porque sus mercados se redujeron por el contrabando y la merma de participación de productos lácteos en los paquetes del subsidio de lactancia.

Perspectiva de reactivación

El jueves, el Servicio de Desarrollo de las Empresas Públicas Productivas (Sedem), dependiente del Ministerio de Desarrollo Productivo y Economía Plural, informó de que al menos 207 firmas presentaron la documentación requerida e integran la lista de proveedores de alimentos saludables y nutritivos para los subsidios Prenatal y de Lactancia y el Universal Prenatal Por la Vida.

El viceministro de la Micro y Pequeña Empresa, Nelson Aruquipa, destacó que la convocatoria del Sedem apoyará en la reactivación económica de productores del sector de alimentos, que fueron afectados por la pandemia y por el gobierno de transición que favoreció en la anterior convocatoria a un grupo de empresas.

Sector primario de la cadena

Desde la Federación Departamental de Productores de Leche de Santa Cruz (Fedeple) aducen que el contrabando y las importaciones de productos que se transforman en Bolivia generan una competencia desleal, por ser de dudosa procedencia y no pagar impuestos, generan desempleos en la industria nacional y riesgos sanitarios al no seguir los controles de las autoridades competentes.

Por Condori Luis Pedro

Diseñador y Administrador de Noticias en la Web

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