El canciller de Argentina, Felipe Solá, estuvo en Bolivia. Se reunió con su colega Rogelio Mayta y anticipó una alianza para industrializar el litio en el marco de un diálogo político que se descongeló tras el 8 de noviembre de 2020, cuando Luis Arce juró a la presidencia del Estado.

“Ambos somos productores primarios del litio en distintas formas. Creemos que en Bolivia hay capacidad tecnológica importante y con más desarrollo que Argentina”, señaló el diplomático argentino luego de firmar una declaración conjunta, que es un instrumento bilateral de intenciones.

De hecho, Solá cree que es posible “una cooperación muy amplia de tipo tecnológico que pueda derivar en la cooperación para una producción (de litio) conjunta”, pero luego de un análisis de “las reales posibilidades de industrializar y hacer productos de mucho valor”, como es el caso de la producción de baterías de litio.

Bolivia posee la mayor reserva de este elemento no mecánico con 21 millones de toneladas. Le siguen Argentina, con 17 millones, y Chile, con 9 millones, según datos del Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS).

A esto se suman el interés común en impulsar un Memorándum de Entendimiento en materia de litio que permita fortalecer las capacidades de ambos países, la cooperación nuclear para usos específicos y la reanudación de la construcción de centros de medicina nuclear y radioterapia en Bolivia.

Por Condori Luis Pedro

Diseñador y Administrador de Noticias en la Web

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