Cerca de las 14:00 de este lunes, el líder de la Resistencia Juvenil Cochala, Yassir Molina, fue llevado ante el Juzgado Tercero de Instrucción en lo Penal de la ciudad de Sucre para que, en audiencia cautelar, se defina su situación jurídica luego de que fuera aprehendido el sábado por la presunta comisión de una decena de delitos vinculados a las protestas de octubre de 2020 en las que se exigía la renuncia del fiscal general del Estado, Juan Lanchipa.

Molina es acusado por la Fiscalía de organización criminal, uso de armas no letales y daño al patrimonio del Estado, entre la decena de delitos, por lo que ha pedido que sea privado de libertad preventivamente. 

La audiencia debía desarrollarse la mañana de este lunes, pero fue pospuesta para esta tarde porque el imputado pidió que no sea un abogado patrocinado por el Estado quien lo defienda, sino uno privado.

El caso

En octubre de 2020 el líder de la Resistencia Juvenil Cochala, Yassir Molina, encabezó una protesta en la ciudad de Sucre pidiendo la renuncia de Juan Lanchipa, fiscal general del Estado. En esas manifestaciones las paredes del edificio de la Fiscalía fueron pintarrajeadas, por esta situación se lo ha acusado de daño al patrimonio del Estado, entre otras cosas.

El accionante de esta denuncia es el dirigente cívico de Chuquisaca Delfín Romero, cuestionado por su filiación con el Movimiento Al Socialismo (MAS) y representante de un ente cívico paralelo al que existe en el departamento de la capital de Bolivia.

La aprehensión de Molina se da en medio de una cadena de casos similares que encabeza el Ministerio Público en contra de exautoridades que lideraron el Gobierno de transición tras la renuncia de Evo Morales al poder, presionado por una ola de protestas, a escala nacional, tras las elecciones de 2019 en las que el MAS fue señalado de fraude.

Por Condori Luis Pedro

Diseñador y Administrador de Noticias en la Web

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