Otra página para aumentar el volumen del libro de los absurdos del fútbol nacional se vivió ayer en canchas bolivianas, en lo que pretende ser el inicio del campeonato de la temporada 2021.
Si el martes, la imagen que se veía en los estadios de Real Santa Cruz y el Tahuichi Aguilera, era triste y lamentable, ayer, en el estadio Jesús Bermúdez de Oruro, fue patética.
En el medio del campo, en el escenario orureño, el nuevo dirigente Marcelo Soruco y el director técnico de San José, Thiago Leitao, a los gritos, tratando de convencer a los jugadores del cuadro orureño para que jueguen el partido, uno; despotricando contra la agremiación de futbolistas el otro.
Soruco, ofuscado, les recriminaba que lo habían engañado, porque en vestuarios le prometieron jugar y en la cancha cambiaron de opinión.
Leitao despotricó con malas palabras contra David Paniagua dando a entender que era un cobarde y que sólo se preocupaba por clubes poderosos y no por un San José agobiado por problemas económicos.
Palmaflor se mantuvo al margen de la discusión aunque los jugadores del cuadro cochabambino, en su momento fueron solidarios con sus colegas, también estaban de acuerdo con apoyar la decisión de la agremiación de futbolistas, es decir, no jugar.
Al final, los jugadores de ambos equipos se mantuvieron firmes en su decisión, abandonaron el campo lo mismo que el árbitro Gaad Flores, quien anunció que informaría que el partido no se inició porque los equipos le anunciaron que no lo disputarían.
En términos futbolísticos, un gol en contra más para la FBF y otro tanto para Fabol, en esto que se va convirtiendo en una especie de victoria pírrica porque sigue perdiendo el futbol
Oriente en la capital
Restaba un partido programado para la jornada de ayer, el quinto de la primera fecha, de los cuales sólo se había jugado uno, en Potosí, entre los juveniles de Nacional y The Strongest.
Y sucedió lo mismo que en Oruro. Independiente y Oriente Petrolero también se negaron a jugar.