El gobierno británico se comprometió a hacer «lo que sea necesario» para proteger el fútbol, considerando invocar la ley de competencia para bloquear la creación de la nueva Superliga europea propuesta por 12 clubes disidentes, seis de ellos ingleses.

En el país en el que se crearon las reglas del futbol el anuncio de la creación de una Superliga europea ha causado más preocupación y nerviosismo que alegría por la participación de los seis principales clubes de Inglaterra. 

Por esta razón el primer ministro británico, Boris Johnson, ha convocado a una reunión urgente en Downing Street, con representantes de las entidades que regulan el fútbol como la Football Association (FA) inglesa y la Premier League.

Desde que se conoció la noticia el primer ministro ha prometido que el gobierno hará todo lo posible para bloquear el plan de los seis clubes ingleses de hacer parte de la Superliga. Manchester City, Manchester United, Liverpool, Chelsea, Arsenal y Tottenham forman parte del proyecto, junto a los españoles FC Barcelona, Real Madrid y Atlético de Madrid, y los italianos Juventus, Inter de Milán, AC Milan.

En ese sentido, el Departamento de Cultura, Medios de Comunicación y Deporte está examinando con urgencia las posibles opciones para prevenir que prospere esta liga, además de una reforma de los entes que regulan el fútbol inglés y sus reglamentos.

Si bien, los clubes son empresas privadas, el gobierno de Johnson examina la posibilidad de detener el plan bajo las leyes de competencia, o incluso imponer estructuras de propiedad de los clubes con una mayor participación de los hinchas.

El gobierno podría también retirar el apoyo policial que brindan a los clubes los días de los partidos, además de obligar a los seis equipos a devolver el dinero de los subsidios y préstamos que les han otorgado durante la pandemia.

Anteriormente, Johnson había reiterado su firme oposición a los planes anunciados por los clubes a última hora del domingo. «Vamos a ver todo lo que podemos hacer con las autoridades futbolísticas para asegurarnos de que esto no salga adelante de la forma en que se está proponiendo», dijo a los periodistas.

El Reino Unido abrió una discusión pública sobre la posibilidad de que los clubes sean propiedad de sus aficionados bajo el modelo de los socios.

Sin embargo, el ministro de Cultura y Deportes, Oliver Dowden, afirmó respaldar también los «enormes beneficios» de la inversión extranjera en la Premier League.

Tres de los seis clubes disidentes ingleses están en manos de estadounidenses y el Manchester City de inversores respaldados por el estado de Abu Dhabi.

«No estoy en contra de la inversión extranjera en nuestro juego en sí misma. Pero eso no puede ir en contra de los intereses más amplios de nuestro juego en general. Y el núcleo de estas propuestas está poniendo en riesgo esos intereses», afirmó el ministro.

Por Condori Luis Pedro

Diseñador y Administrador de Noticias en la Web

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