Jerusalén y París |

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, advirtió ayer que la operación militar contra milicias palestinas en la Franja de Gaza, por el disparo de cohetes hacia Israel, continuará.

«No ha terminado todavía. Haremos todo lo posible para restaurar la seguridad en nuestras ciudades y de nuestros ciudadanos», adelantó Netanyahu tras una evaluación de la situación con oficiales de seguridad en Tel Aviv.

Tras otra madrugada de disparos masivos de cohetes hacia Israel y una intensa ofensiva israelí por tierra y aire en Gaza, esta quinta jornada de escalada transcurrió con relativa tranquilidad, aunque no dejaron de sonar las alarmas antiaéreas en comunidades israelíes ni pararon los bombardeos en el enclave.

El Ejército atacó docenas de objetivos de lo que describió como «fuerzas navales», incluyendo embarcaciones, almacenes de armas, puestos de observación y recintos militares, además de fábricas de armas y «equipos de la unidad cibernética de la organización terrorista Hamás».

Además, disparó contra un grupo que preparaba el lanzamiento de un misil antitanque.

Egipto aseguró ayer que Israel ha rechazado una tregua, después de que una delegación visitara el jueves Tel Aviv para intentar mediar en un alto el fuego en la peor escalada bélica desde 2014.

El Ejército no descartó ayer una ofensiva terrestre y tropas adicionales se encuentran posicionadas en las inmediaciones del enclave.

En la masiva operación que ha comenzado a primera hora de la madrugada, 160 aviones, artillería e infantería han bombardeado intensamente a lo largo del enclave contra objetivos pertenecientes a las milicias palestinas, principalmente la red de túneles subterráneos donde sus miembros se protegen durante los bombardeos israelíes, según el ejército israelí.

Estos túneles permiten a los dirigentes de Hamas circular y atravesar la Franja de Gaza sin ser detectados por las cámaras israelíes, o incluso atravesar al otro lado de la frontera. Ante estos disparos de artillería de los tanques israelíes concentrados a lo largo de la frontera con el enclave, centenares de gazatíes abandonaron sus casas, según relatan testigos.

«Esos bombardeos han sido demenciales, como en los videojuegos. Era una verdadera película de terror», dijo Muhamad Najib, de 16 años, habitante de Gaza.

Desde el lunes, cuando se inició este nuevo ciclo de violencia, 119 palestinos, entre ellos 31 niños, han muerto en la Franja de Gaza, y 830 han resultado heridos, según un último balance del ministerio de Salud. En Israel, donde el escudo antimisiles «Cúpula de Hierro» ha interceptado cerca del 90 por ciento de los 1.800 cohetes lanzados esta semana desde Gaza, el balance es de ocho muertos, entre ellos un adolescente y un niño de 6 años. Anoche, además, una anciana también falleció al caerse cuando iba a refugiarse de los cohetes.

El Ejército israelí asegura que más de 30 de los muertos en estos días eran miembros de las milicias palestinas.

Violencia entre árabes y judíos

Al conflicto con Hamas, se suma la escalada entre árabes y judíos en varias ciudades mixtas de Israel, un nivel de violencia que no se veía desde hace décadas, según la policía israelí.

Cerca de 1.000 miembros de la policía de fronteras han sido convocados para reforzar las ciudades, escenario de disturbios intercomunitarios desde el martes. Más de 400 personas, judías y árabes, han sido detenidas en los últimos tres días.

El jueves por la noche, un hombre abrió fuego con un arma semiautomática contra un grupo de judíos, hiriendo a una persona en Lod, cerca de Tel Aviv, según un testigo y la policía, que informó durante la noche de una sinagoga que fue incendiada y 43 personas detenidas.

Grupos de extrema derecha israelíes se enfrentaron en las ciudades a fuerzas de seguridad y árabes israelíes, los descendientes de palestinos que permanecieron en sus tierras tras la creación de Israel en 1948.

Ante la intensificación de este conflicto armado entre Israel y el Hamás, el Consejo de Seguridad de la ONU tiene previsto realizar el domingo una reunión virtual pública para debatir sobre esta crisis. Representantes de Israel y de los palestinos deben participar en ella, así como el emisario de la ONU para Medio Oriente, Tor Wennesland, quien esta semana dijo temer que la situación conduzca a «una guerra a gran escala».

París prohíbe marcha propalestina

El Tribunal administrativo validó ayer la prohibición de una marcha propalestina en París, respaldando así la decisión del ministro francés del Interior, Gérald Darmanin, quien se escudó en evitar la protesta por temor a disturbios antisemitas como los de 2014.

Esta decisión impide así la celebración de una manifestación prevista hoy en París a favor de Palestina, en medio de sus fuertes enfrentamientos y disturbios con Israel.

La Asociación de los Palestinos en la región de París había acudido a los tribunales para intentar que la protesta se pudiese finalmente celebrar.

La decisión del Ejecutivo, avalada ahora por la Justicia, ha causado la indignación de la izquierda francesa y de los grupos propalestinos en un país que cuenta con 6 millones de musulmanes, pues consideran que atenta contra la libertad de manifestación.

En una declaraciones televisivas, Darmanin matizó que su Gobierno respeta este derecho, pero explicó que, según las informaciones que maneja, la manifestación de París tenía riesgo de desembocar en disturbios antisemitas.

«No quiero escuchar ‘muerte a los judíos’, como sucedió en las calles de París en 2014», refirió el ministro, en alusión a las protestas de aquel año cuando se dieron varios episodios que agravaron el conflicto entre Israel y Palestina.

Sin embargo, Darmanin aclaró que ha dado libertad a cada delegado del Gobierno para que evalúe si hay riesgo en esas protestas.

Explicó que el representante del Gobierno en la región de Hauts-de France sí que autorizó una manifestación propalestina para hoy en Lille, su principal ciudad.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha condenado los ataques con cohetes contra el territorio israelí «reivindicados por Hamás y otros grupos terroristas».

Pero también ha pedido al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, la urgencia de «una vuelta a la paz» y le transmitió su preocupación por la población civil en Gaza.

Por Condori Luis Pedro

Diseñador y Administrador de Noticias en la Web

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