Casi 200 universitarios de quinto año de las carreras de Medicina y Enfermería de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) coadyuvan en la campaña de vacunación a más de 3 mil personas cada día contra el coronavirus
De este número, 150 son internos de quinto año de la carrera de Medicina y 44, de Enfermería. También hay 20 docentes de Medicina y cuatro de Enfermería.
El decano de la Facultad de Medicina, Edmundo Sánchez, afirmó que cada uno de ellos está capacitado para sobrellevar esta fase. Además cuentan con la experiencia vacunación que se realizó la pasada semana.
Aseguró que el recurso humano con el que se cuenta es suficiente para atender la demanda de la población. Están divididos por grupos para cumplir tareas como la aplicación de la dosis, de tomar el pulso, de controlar a las personas después de la vacunación, entre otras funciones. Sánchez aclaró que la parte técnica la asume el personal del Sedes.
El proceso en este punto es corrido porque, por hora, alrededor de 400 personas son inmunizadas. Durante la jornada, vacunan a más de 3 mil, incluso pueden llegar a 4 mil, dependiendo de la demanda.
El decano explicó que este apoyo responde al compromiso que hizo la UMSS hace más de un mes con el Ministerio de Salud. “No puede ser de otra manera, porque la Facultad de Medicina está comprometida con su población”, agregó.
Esta facultad tiene más de 350 estudiantes que están capacitados para coadyuvar con la campaña de inmunización. Sánchez adelantó que ellos participarán en las diferentes fases venideras, la más próxima será el 25, 26 y 27 de este mes, cuando se aplicará la segunda dosis a quienes se vacunaron la pasada semana.
Experiencias de estudiantes
Los estudiantes de quinto año señalan que la experiencia de formar parte de la campaña contra la Covid-19 refuerza su compromiso con la medicina, el servicio a la sociedad y el haber elegido bien su carrera.
“Sacar el conocimiento de los libros a la práctica es increíble y más en este contexto de la pandemia”, contó Marlen Villarroel.
Para Yerson Jesús, el conocimiento que adquirió no sólo le sirvió para cuidarse y a su familia, sino también compartió y trató a sus amigos o a quienes le preguntaban sobre la enfermedad.
“No me arrepiento de haber estudiado medicina; más bien agradezco por esta oportunidad y feliz de poder ayudar a la gente”, indicó Luis Vargas.