El presidente de la Federación Boliviana de Básquetbol (FBB), Juan Luis Coronado, contó ayer en el programa Primicia Sports su versión sobre el caso Joshua Reaves, en una jornada en la que se denunciaron más presuntos maltratos. 

“Cuando el partido estaba pactado entre el 5 y el 13, ya hablamos con la mamá de Josh (Lizet Bravo) para que venga a jugar a Bolivia esas dos fechas. Se compraron pasajes de Estados Unidos, nunca se modificó el pasaje. Cuando llegó, se le informó que los partidos se postergaron una semana más. En Potosí, la señora le informó a la delegación que no podía jugar el partido de vuelta, pero por razones estratégicas no se dio a conocer, sino tratar de resolver”, indicó Coronado.

Según el titular de la FBB, la entidad se comprometió a comprar otro pasaje para que Reaves llegue directo a Ecuador.

“Supe que Joshua aceptó, pero luego la mamá dijo que no se podía porque el jugador tiene una especie de entrevista o prueba para poder jugar en un equipo de Estados Unidos y no podía ir a Ecuador”, acotó el dirigente.

Esta versión discrepa  de lo expuesto por Lizet Bravo, que denunció un supuesto maltrato que fue apoyado por una persona allegada a la misma federación.

Esta fuente denunció  que Coronado no fue a la concentración ni tampoco atendió los requerimientos de la Verde, hecho que generó molestia en Reaves y otros jugadores. 

Además, presuntamente no se atendió correctamente a algunos basquetbolistas que tuvieron una descompensación alimentaria en Potosí, además que el alojamiento en el coliseo Guadalquivir fue precario.

Por Jesus

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