LONDRES |

Tras un fin de semana de encuentro y debate, los líderes del G7 centraron sus conclusiones en la donación de vacunas, el medio ambiente y la situación política con China. El encuentro presencial se llevó a cabo en el Reino Unido entre las economías consideradas más poderosas del mundo. 

El G7 está integrado por Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Italia, Canadá y Japón. A la cumbre también fueron invitados India, Sudáfrica, Corea del Sur y la Unión Europea.

Uno de los principales temas en agenda fue la vacunación en el mundo. El G7 se comprometió a donar 1.000 millones de vacunas para los países en vías del desarrollo. 

Sin embargo, instituciones cuestionaron la decisión, pues no parecen ser suficientes para vencer la pandemia de Covid-19 y porque aún se desconocen muchos detalles sobre las nuevas propuestas climáticas.

Ayer, tras acabar la cumbre en Cornualles, los líderes del G7 anunciaron la donación de 1.000 millones de vacunas contra la Covid-19 para el próximo año.

La Organización Mundial de la Salud estima que para vencer al virus hacen falta 11.000 millones de vacunas, por lo que los críticos opinan que este acuerdo del G7 no es suficiente.

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) celebró dicho anuncio, pero hizo un llamado a esclarecer el plan y los plazos sobre cuándo estarán disponibles las dosis, además de “una rápida aceleración de la dosis compartidas en los próximos tres meses”.

También se acordaron medidas para prevenir futuras pandemias, como acortar a menos de 100 días el tiempo para desarrollar y dar licencias para nuevas vacunas, tratamientos y diagnósticos para enfermedades futuras, además de reforzar la vigilancia global.

Entre los acuerdos alcanzados este fin de semana, se anunció un plan especial para apoyar a los países de bajos y medios ingresos y ayudarles a construir mejores infraestructuras.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció que este plan, conocido como Build Back Better World (B3W), será una alternativa a la estrategia de la Nueva Ruta de la Seda que China lleva ejecutando varios años.

Bajo esa iniciativa, el gigante asiático ha financiado trenes, carreteras y puertos en muchos países. Pero los críticos, especialmente EEUU, consideran que China hace una “diplomacia de la deuda” por cargar cuantiosos préstamos a algunos de estos estados.

En medio ambiente, los líderes se comprometieron con una “revolución verde”, que limitaría el aumento de las temperaturas globales a 1,5° C. También prometieron alcanzar emisiones netas de carbono cero para 2050.

Por Jesus

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