El caso de Arturo Murillo, activado en Estados Unidos por presunta legitimación de ganancias ilícitas o lavado de dinero, determinó un mayor acercamiento entre los Gobiernos de Bolivia y estadounidense.
Al respecto, la encargada de Negocios de EEUU en Bolivia, Charisse Phillips, a través de un medio paceño, señaló que la “comunicación está mejorando. Creo que casos así no sólo muestran la intención de EEUU de comunicar y estar abierto con el Gobierno de Bolivia (…). Es un indicador de que estamos construyendo más confianza entre nuestros dos Gobiernos”.
Sobre el pedido de extradición de Murillo, dijo que primero tendrá que cumplir su condena, ya sea un año o 20, en ese país antes de ser extraditado.
“Hay un convenio de extradición entre nuestros dos países, pero primero hay que cumplir con cualquier sentencia o sentencias, investigaciones en EEUU, antes de ser expulsado o extraditado”, precisó.
El fin de semana, la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, afirmó que Bolivia y EEUU restablecieron “relaciones de confianza” bilateral sobre la base de “respeto mutuo a la soberanía que tienen ambos países.
“Nosotros no vamos a hacer que temas ideológicos perjudiquen las gestiones que son para el pueblo; no lo hemos hecho en el tema de la pandemia, por supuesto, no lo vamos a hacer en temas que tienen que ver con justicia”, afirmó en referencia a la detención del exministro Murillo.
Comentó que el canciller Rogelio Mayta expuso en la reunión de gabinete que el Gobierno boliviano fue informado, con anticipación, de las acciones legales que estaba promoviendo el Departamento de Justicia de los EEUU contra Murillo.