Cochabamba
Con súplicas para que pase la pandemia de la Covid-19, ayer decenas de personas recibieron el Año Nuevo Andino Amazónico Chaqueño 5529 en sitios ancestrales.
Las ceremonias se llevaron a cabo con pocos participantes por las restricciones y lo controles en varios municipios del departamento.
Este año, los amautas o guías espirituales incluyeron plantas medicinales en las ofrendas entregadas al Padre Sol (Tata Inti) y a la Pachamama (Madre Tierra) para que estos otorguen salud a la población.
En las ruinas de Inca Rakay, en el municipio de Sipe Sipe, la ceremonia comenzó a las 4:00. Los visitantes amenizaron la espera de los primeros rayos del sol con música autóctona, canto y baile.
En la ceremonia, el amauta Paulino Calisaya y el alcalde Mario Galarza pidieron salud y prosperidad para las familias cochabambinas.
“Ante todo hemos pedido salud, buenos augurios y unidad para superar esta enfermedad”, afirmó la autoridad edil.
Por su parte, Calisaya mencionó que en esta oportunidad además de semillas se ofrendó plantas medicinales a la Pachamama para que la medicina natural ayude a vencer al virus.
Del acto central participaron el expresidente Evo Morales, algunos senadores, diputados y alcaldes de municipios de valle bajo.
La actividad concluyó con un apthapi y una visita guiada a las ruinas.
Controles
Con el propósito de evitar aglomeraciones y que se acaté la cuarentena rígida, las alcaldías de Quillacollo y Cochabamba desplazaron guardias municipales para resguardar al menos tres sitios en los que en gestiones anteriores se festejó el solsticio de invierno.
En Quillacollo, los funcionarios resguardaron las Qollqas de Cotapachi para preservar los silos de maíz.
En tanto que en la ciudad, se impidió el ingreso de visitantes a la serranía de San Pedro y la Coronilla.
Otro lugar donde se celebró esta fecha es en Corihuma en Sacaba, donde el gobernador Humberto Sánchez pidió unidad para superar las crisis sanitaria y económica. En este lugar igual la concurrencia fue reducida.