Alicia Rodríguez M. | Laboratorio de Periodismo UCB

Se conoce a los perros como los animales más fieles, leales, agradecidos y los mejores amigos del ser humano. Estos atributos no nacen de la imaginación de las personas, sino que las experiencias con ellos y la relación perro-humano han dado lugar a esta caracterización. Por eso, desde el año 2004, se decidió celebrar la existencia de los canes cada 21 de julio.

Martín Beltrán, médico veterinario zootecnista, afirma que “las características más relevantes de los canes son las que los convierten en el mejor amigo del hombre. Podemos ver lo leales, inocentes y sinceros, que son superemocionales, agradecidos; lo dan todo (…) estas características los convierten en una compañía, en una ayuda, en una terapia también”.

Los perros se han constituido como una gran ayuda para tratar distintos casos en niños, personas con discapacidad visual o enfermedades como depresión y ansiedad. Las emociones que estos animales son capaces de sentir son similares a las de los niños de dos o tres años. Demuestran alegría, tristeza, miedo, frustración, ansiedad, temor, entre otras.

“El cerebro de los perros funciona muy similar al del ser humano. En el hemisferio izquierdo es donde interpretan y son capaces de entender lo que se les dice”, afirma Mauricio Catorceno, también médico veterinario zootecnista. Un estudio de British Columbia descubrió que los perros son capaces de entender entre 160 y 200 palabras, incluso más si tienen un estímulo correcto.

La relación de estos animales con sus dueños es increíblemente estrecha. “Lo que he podido observar y concluir es que para el cerebro de un animalito la relación con su dueño lo es todo. Para él, su vida entera es su dueño, su persona preferida”, comenta Beltrán. Los perros generalmente sienten una conexión más profunda con uno de los miembros de su familia humana. Son capaces de reconocer cuando esa persona está triste o tiene alguna emoción diferente. Este vínculo se hace tan grande que, aunque en ocasiones el animal sufra maltrato, “sigue permaneciendo a su lado”.

A pesar de que comúnmente se piensa que algunas razas son más peligrosas que otras, esto es falso. “Si es que conocemos a algún can que ha sido agresivo, la verdad es que es por culpa del trato y la vida que se le ha dado”, dice Beltrán. No existen razas más agresivas, sino que su entorno determina cuál será su respuesta ante distintas circunstancias.

Una manera de predecir el comportamiento agresivo en un perro es su lenguaje corporal. “Agazapado, trata de aislarse o esconderse. Si nos acercamos, él rehuye, tiene las orejas hacia atrás, bate la cola a un ritmo medio y, obviamente, si está gruñendo. Especialmente si se ve ansioso”, comenta Beltrán. En esos casos, advierte no acercarse y buscar ayuda inmediata para evitar accidentes.

Algunos mitos falsos en cuanto a los canes son: “Si les cortas el pelo de sus ojos, se quedarán ciegos; una vez castrados, ya no serán juguetones; se curarán lamiendo sus heridas”, comenta Catorceno.

Alimentación

Asimismo, “es falso que se pueden alimentar de huesos. Los huesos están hechos de minerales, especialmente de fósforo y calcio, que no le alimentan en nada. Lo único que hacen es exigir demasiado a su sistema digestivo”, añade Beltrán.

Entre los alimentos “prohibidos” se encuentra el chocolate, debido a que contiene una molécula llamada teobromina, propia del cacao, que los perros no logran digerir. También las semillas de las frutas, almendras y grasas en general. Se debe evitar darles alimentos procesados con exceso de sodio o azúcar, ya que podrían causarles intoxicación o dañar otros órganos. Los medicamentos como el diclofenaco, ibuprofeno o paracetamol pueden ser mortales. Es importante “nunca automedicar a un perrito y siempre buscar la ayuda de un profesional”, insta Beltrán.

Dentro de los elementos que no pueden faltarles está el agua. Los perros necesitan hidratarse constantemente. Está claro que la comida debe ser parte de su día a día, y es importante consultar a un médico veterinario para asegurarse de brindarle los nutrientes necesarios. Asimismo, precisan una interacción con otros animales y paseos para evitar comportamientos agresivos, en especial si son de raza grande. Ambos médicos observan la importancia de las vacunas, desparasitaciones y baños cada cierto tiempo.

Bienestar

En cuanto a la castración y esterilización, ambos médicos concuerdan en que son más las ventajas que las desventajas. Entre las ventajas está la disminución del carácter agresivo o territorial, se evitan desórdenes hormonales, tumores, cáncer de mama o infecciones de útero, abuso de la capacidad reproductiva, entre otros. Las desventajas son la tendencia hacia engordar, sin embargo, “esto nosotros lo podemos controlar con la dieta y haciendo un control de peso”, concluye Beltrán. La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que el 70 por ciento de la población canina no tiene un hogar. Este dato lleva a pensar en las condiciones en las que viven estos animales, la importancia de la adopción y de una alternativa para frenar la reproducción insostenible con fines monetarios.

Estos animales se han ganado el corazón de millones de personas. Quienes tienen un perro en casa pueden entender el cariño y la gran responsabilidad que eso conlleva. Se pueden aprender muchas cosas de su personalidad y amor desinteresado. “En nuestra realidad, nos queda mucho por aprender”, comenta Beltrán.

Algunas curiosidades sobre los perros:

• Nacen sordos y ciegos,

• Su sentido del olfato es de mil a 10 millones de veces mejor que el del humano,

• Su oído es cuatro veces mejor que el de un humano promedio.

• Pueden percibir lapsos de hasta cuatro horas.

• Su nariz funciona como su “huella dactilar”.

• Se pueden contagiar los bostezos de sus dueños.

• Son capaces de soñar y por eso hacen ruidos o tienen reflejos al dormir.

• Sus glándulas sudoríparas se encuentran en las patas.

• Sus bigotes les ayudan a “ver” en la oscuridad.

• Son los únicos capaces de descifrar las expresiones de los humanos.

• No ven todo en blanco y negro, sino que confunden el rojo y el verde.

• Pueden sentir celos o deprimirse.

Por Jesus

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