Las fuerzas de seguridad afganas han lanzado la esperada gran contraofensiva para hacer frente al asedio talibán de los últimos días en la ciudad meridional de Lashkargah, con el inicio del despeje casa por casa pese a la presencia aún de civiles.

«Anoche iniciamos la operación de limpieza a gran escala en Lashkargah para despejar barrios de la ciudad de la presencia de los talibanes, que se esconden en casas civiles», afirmó a Efe el portavoz del Ejército afgano Qader Bahadarzoy.

La contraofensiva está encabezada por cientos de miembros de las fuerzas especiales afganas, que «están golpeando duramente a los talibanes», subrayó Bahadarzoy.

Además, las operaciones terrestres cuentan con el apoyo de la fuerza aérea afgana, que constantemente bombardea las posiciones y escondites de los talibanes. «Las fuerzas especiales han matado a decenas de terroristas en las últimas horas», señaló.

El portavoz había insistido a Efe que la gran contraofensiva no comenzaría hasta que se confirmara la evacuación de los civiles de la urbe, ya que la operación de despeje debería producirse casa por casa, ocupadas muchas de ellas por los insurgentes para protegerse.

Sin embargo, pese a las advertencias de las fuerzas de seguridad y los fuertes combates, que empujaron a miles de civiles a abandonar sus hogares en los últimos dos días, «la mayoría de los ciudadanos permanecen en sus casas porque no tienen adónde ir», aseguró a Efe un miembro del Consejo provincial, que pidió el anonimato.

«Los combatientes talibanes están usando casas civiles como posiciones de combate y a civiles como escudos humanos para resistir y evitar ser blanco de las fuerzas terrestres afganas y de los ataques aéreos», reconoció Bahadarzoy.

El martes, la Misión de la ONU en Afganistán (UNAMA) denunció la muerte durante las últimas 24 horas de al menos 40 civiles y de otros 118 heridos como consecuencia de los intensos choques que vive la capital regional, donde al menos 5.000 familias (35.000 personas) abandonaron sus hogares huyendo de la violencia.

Avances 

Durante los últimos días, los talibanes se han apoderado de la mayoría de los barrios de la urbe y ahora están combatiendo en la zona donde se ubican los edificios gubernamentales.

A última hora de la tarde de ayer, las fuerzas de seguridad afganas lograron repeler un ataque masivo de los talibanes contra el cuartel general de la Policía provincial, gracias «a una potente respuesta de nuestras fuerzas de seguridad», dijo a Efe un funcionario de la policía provincial, que pidió el anonimato.

Después, ya de noche, las tropas afganas lideradas por las fuerzas de élite comenzaron la gran contraofensiva, un paso «decisivo para liberar» la ciudad, aseguró en un mensaje en su página de Facebook el joven general Sami Sadat.

El general publicó un vídeo nocturno del inicio de la operación, en el que ordenaba a sus fuerzas comenzar al grito de «Alá es grande», un lema que se ha convertido en el símbolo de la resistencia contra los talibanes.

Miles de personas han salido esta semana a las calles de ciudades como Herat o Kabul entonando ese lema como apoyo a las fuerzas de seguridad, algo que han criticado los insurgentes, al asegurar que ese ha sido su eslogan en las últimas dos décadas de conflicto.

Combates

Los combates por el control talibán de esta ciudad se producen en medio de un incremento de la violencia por parte de los insurgentes, que tras el inicio de la última fase de la retirada de las tropas extranjeras el pasado 1 de mayo, se han hecho con el control de unos 125 centros de distrito, el mayor logro en dos décadas de guerra.

Otras de las capitales provinciales asediadas por los talibanes que han sufrido fuertes combates en las últimas horas son la occidental Herat y la meridional Kandahar, mientras continúa el avance sobre más ciudades.

Anoche «los talibanes lanzaron ataques desde varias direcciones en al menos siete puntos (de Herat), pero nuestras valerosas fuerzas de seguridad evitaron una tragedia al derrotarlos y hacerles retroceder», afirmó a Efe el portavoz del gobernador provincial, Jailani Farhad.

El Ministerio de Defensa, en un comunicado, anunció la muerte de unos 200 talibanes en las últimas 24 horas solo en Helmand, de un total de 303 insurgentes fallecidos en combates en 15 de las 34 provincias afganas.

«En las últimas 72 horas, los talibanes sufrieron un número de bajas sin precedentes en los últimos 20 años de guerra», aseguró hoy en una rueda de prensa el portavoz de las Fuerzas Armadas Ajmal Omar Shinwari, que no aportó un número exacto.

Además, lamentó Omar, al menos 162 civiles murieron y decenas resultaron heridos en los últimos cinco días por ataques insurgentes en todo el país.

Por Jesus

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