«Si todavía les sirve su dirigente vayan y recójanlo de la Cumbre», fueron las palabras de quienes secuestraron al dirigente de la Asociación Departamental de Productores de Coca (Adepcoca), Armin Lluta. Después de haber desaparecido el lunes, este martes fue encontrado golpeado, ensangrentado y con signos de tortura, en un sector de la Cumbre en la ciudad de La Paz.

La abogada de la Adepcoca, Evelyn Cossio, informó a radio Compañera que los dirigentes recibieron una llamada telefónica y que el interlocutor les dijo de dónde podían rescatar a Lluta que había desaparecido este pasado lunes en medio de los conflictos de la Adepcoca.

Detalló que el dirigente fue encontrado «totalmente ensangrentado» y «golpeado» y que los dirigentes que lo rescataron lo trasladaron a un centro de salud.

En tanto, que el Comité Nacional de Defensa de la Democracia (Conade) denunció que el dirigente cocalero de la zona de los Yungas fue «torturado» y exigió a las autoridades el esclarecimiento del secuestro.

«Armin Lluta aparece con vida en la Cumbre, después que fue objeto de torturas y agresiones físicas. El Conade exige a las autoridades investigar el secuestro y tortura a la que fue sometido Armin Lluta, presidente de Adepcoca», dice el comunicado del Conade.

Además cuestiona ¿Quiénes secuestraron a Lluta? ¿Cómo fue sacado de Adepcoca? ¿Qué autoridades policiales estuvieron a cargo del operativo de la toma de Adepcoca y permitieron que se ponga en peligro la vida de Armin Lluta?».

Sonia Ortiz esposa del dirigente, en contacto con radio Fides, desesperada y en medio del llanto responsabilizó al ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, si pasa algo con su pareja, porque dijo que es «amenazado» y «perseguido».

«Acabo de escuchar en la radio, no sé cómo está mi esposo. Ayer no había nada, ni anoche. He esperado pensando que iba a llegar. La Policía dijo que se debía esperar 48 horas», dijo agobiada la mujer.

Por otra parte, Cossio anunció que formalizarán una denuncia en el Ministerio Público por el secuestro y tortura, lamentó que un hecho de esta naturaleza suceda en democracia, cuando se supone que todas las garantías debieran estar vigentes.

Por Jesus

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