Familiares de al menos 150 opositores que se encuentran detenidos en Nicaragua llamaron ayer  a un “paro electoral”, como una muestra de rechazo a los comicios del 7 de noviembre próximo, en los que el presidente del país, el sandinista Daniel Ortega, busca una nueva reelección.

“Las organizaciones de familiares de presos políticos y excarcelados llamamos a la población nicaragüense a que este 7 de noviembre nos sumemos al paro electoral: nadie salga a las JRV (Juntas Receptoras de Votos), todos desde nuestras casas podemos denunciar este proceso. Es fraudulento y su resultado es ilegítimo”, señalaron los familiares en un documento público.

El llamado fue emitido por la Organización de Víctimas de Abril, el Movimiento Presos Políticos de Nicaragua, el Grupo Secuestrados Políticos Unidos, y la Unión de Presas y Presos Políticos Nicaragüenses, que nacieron tras las manifestaciones contra el Gobierno de Ortega en abril de 2018.

Las agrupaciones argumentaron que “en Nicaragua no existen condiciones para un proceso electoral justo, libre y transparente”.

“El dictador lo anuló, no hay por quién votar. La presencia ciudadana en las JRV sólo va a legitimar el proceso viciado, plagado de delitos electorales”, señalaron.

Por Jesus

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