El cabildo cruceño determinó que una comisión analice la relación entre Santa Cruz y el estado boliviano, una de las propuestas que surgieron tras esta decisión es la de plantear federalismo. Aquí te explicamos de qué se trata

Lo siguientes conceptos fueron extraídos del libro ¿Qué es el federalismo? de Victoria Camps, Joan Botella y Francesc Trillas

  1. Un pacto

El término “federar” proviene de faedus, que significa “pacto”, “alianza”. Un Estado federal es un Estado constituido a partir de la unión de una serie de territorios diversos o de la descentralización de un Estado unitario. Ambos conceptos, unión y pluralidad, son indispensables para entender el sentido del federalismo moderno. Si no hay voluntad de unión con los que son diferentes para tratarse como iguales, preservar los derechos fundamentales y promover fines comunes, no hay federación. La unidad y la diversidad no son conceptos opuestos. La unidad se opone a la desunión, y la diversidad a la homogeneidad, que no siempre favorece la unidad. El paradigma del Estado federal moderno son los Estados Unidos de América, constituidos con el fin no de homogeneizar, sino de salvaguardar las libertades y autonomía de los distintos territorios, bajo el emblema e pluribus unum, la unidad en la diversidad.

En la raíz de “federar” está también el vocablo fides, “confianza”.

  1. Una forma de organización política

El federalismo es una forma de organización política consistente en establecer una alianza entre comunidades con el fin de unir realidades diferentes. Es la mejor forma de integrar una pluralidad de entes que quieren aliarse en beneficio del conjunto y de cada una de las partes. Existen muchas definiciones de federalismo, y todas se parecen. La solución federal responde a la necesidad de los pueblos y comunidades diversas de mantenerse juntos para conseguir un fin común al tiempo que se preserva la identidad de cada uno de ellos. Es el proceso por el que un conjunto de pueblos decide construir instituciones comunes para fortalecerse mutuamente y respetarse en lo que les distingue. Un modelo federal puede adoptar formas variadas, siempre con un denominador común: el encaje del autogobierno de las partes en un gobierno compartido por todas ellas.

  1. No hay un único modelo federal

No existe un modelo de Estado federal al que haya que emular para reproducir la esencia del federalismo. Los estados federales han proliferado en el mundo moderno desde que se constituyeron como tales los Estados Unidos, en Amé­rica del Norte, y la Confederación Helvética, en Europa; las dos organizaciones federales modernas más antiguas. Son dos modelos incomparables. La federación americana está formada por cincuenta estados, con una sola lengua común, el inglés, y es el resultado de la confluencia de inmigrantes de todo el mundo. Suiza está constituida por veintiséis cantones que decidieron unirse en los albores de la democracia europea moderna, y tiene cuatro idiomas oficiales: el alemán, el francés, el italiano y el romanche.

  1. El federalismo debe cumplir dos requisitos

Cada Estado federal es fruto de su historia, de los avatares, circunstancias y necesidades que lo han llevado a constituirse como federación. Basta cumplir con los dos requisitos mencionados: voluntad de unión y reconocimiento de las realidades diferenciales de cada una de las partes.

  1. Cooperación y responsabilidad

Un Estado federal se basa en el reconocimiento de las diferencias, pero también en la cooperación y corresponsabilidad de quienes detentan las diferencias a favor de unos fines comunes. Es la antítesis de las decisiones unilaterales, e incluso de las componendas bilaterales entre el centro y la periferia

Por Juan de Dios Peña Gomez

Gerente Administrador de Taxi-Noticias

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