Felipe Menezez escapó de sus custodios tras una emboscada en inmediaciones del Hospital de Clínica de La Paz, donde falleció un policía
La noche del martes, la Policía logró la recaptura de Felipe Edvaldo Menezez Iglesias, el privado de libertad que escapó de sus custodios tras una emboscada en la que murió un uniformado en inmediaciones del Hospital de Clínicas de La Paz.
Junto a este peligroso hombre de nacionalidad brasileña, fueron presentadas otras tres personas que participaron de su fuga, además de la médico del penal de Chonchocoro que autorizó la salida de Menezez.
Según el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, la médico identificada como Narda N.C., fue la que autorizó la salida de este recluso para que sea atendido de “emergencia” en el Hospital de Clínicas.
“Por un accidente que este privado de libertad sufrió hace más de 20 años en la república de Brasil, valió y fue suficiente, para que una médico genere un informe médico y establezca la necesidad, y recomiende la salida médica de emergencia a la especialidad de traumatología con día y hora de manera específica”, indicó Del Castillo.
La autoridad afirmó que esta médico desempeñaba funciones recientemente en el penal de Chonchoro, por lo que ahora será investigada por presunta complicidad con este peligroso reo.
“Para un privado de libertad de tan alta peligrosidad no se tomaron, lamentablemente, las medidas necesarias, el Ministerio Público tendrá que determinar quiénes son los culpables para beneficiar a este sujeto”, agregó.
Narda Naldy Callisaya pasó la noche en celdas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), y se espera que esta jornada sea puesta ante un juez cautelar donde se definirá su situación jurídica.
Emboscada a policías
La mañana de este martes, dos policías que trasladaban al brasileño a recibir atención médica en el Hospital de Clínicas sufrieron un ataque que permitió la escapatoria de Felipe Edvaldo Menezez Iglesias.
Producto del violento hecho, uno de los uniformados murió y otro fue trasladado de emergencia a un centro de salud con pronóstico reservado.
En la escena del crimen estaban los casquillos regados en los pasillos como testigos de los momentos de tensión que se vivieron en el centro de salud más grande del departamento.