El detenido habló ante el juez y aseguró ser inocente. Los familiares de la víctima aseguran que están sufriendo doblemente por la necropsia que se practicó al cuerpo para extraer los proyectiles, ante el error del forense.

Un juez ordenó la detención en la cárcel de Palmasola de Jhobel Alberto Barba, acusado de ser uno de los responsables de la muerte del entrenador de gimnasio Aldo Calderón Mejía, hecho registrado hace dos semanas.

Según las investigaciones de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), Barba es el autor intelectual del asesinato y el móvil del crimen es una deuda de 13.000 dólares.

La audiencia judicial se desarrolló en instalaciones de la Felcc por razones de seguridad; hasta allí acudió el juez de la jurisdicción de Portachuelo.

Cuando el juez le dio la palabra para que haga uso de su defensa material, Jhobel Alberto Barba se declaró inocente, aseguró que no tenía nada que ver con el crimen.

Durante el acto jurídico, la fiscal encargada del caso, Roxana Parada, lo imputó por el delito de asesinato y fundamentó que, según las investigaciones, el entrenador Aldo Calderón Mejía desapareció de su casa y fue hallado muerto casi una semana. Su cuerpo había sido arrojado en la zona de Colpa Bélgica. Presentaba tres disparos de arma de fuego en diversas partes del cuerpo.

La Felcc y la Fiscalía, en sus investigaciones, establecieron que había sido victimado en otro lugar y su cuerpo abandonado en Colpa Bélgica.

Barba fue detenido por la Policía cuando trataba de salir del país. Los policías lo encontraron en una propiedad agrícola por la zona de Camiri. En su casa en Santa Cruz descubrieron que había borrado las imágenes de las cámaras de seguridad, además encontraron un bolígrafo pistola y otras evidencias que comprometen su participación en el crimen. about:blank

Por este hecho hay dos personas prófugas, entre ellas el autor material del asesinato.

DOBLE SUFRIMIENTO DE LA FAMILIA POR NECROPSIA

Los familiares de la víctima están consternados por lo sucedido; dicen que no solo sufren por el crimen, sino porque el cuerpo tuvo que ser sometido a una necropsia.

La abogada de la familia, Raquel Guerrero, manifestó que inicialmente, cuando se encontró el cuerpo, se procedió a la realización de la autopsia; sin embargo, el forense omitió la extracción de los proyectiles del cuerpo por lo que así fue sepultado en el cementerio Los Cusis, de la capital cruceña.

Hace dos días la Fiscalía requirió la exhumación del cuerpo para extraer los proyectiles porque esa prueba era  importante en la investigación.  El cuerpo fue trasladado hasta la morgue de la Pampa de la Isla y los forenses extrajeron los tres proyectiles del cuerpo del difunto.

Guerrero manifestó que en este caso la familia sufre doblemente. Primero por soportar el asesinato de su ser querido, y al final volver a exhumar el cuerpo para la necropsia por el error que cometió el forense al no haber extraído los proyectiles en la primera pericia. 

Por Jesus

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