Hay regiones que ante la disminución de contagios anuncian flexibilizaciones. Los epidemiólogos se oponen. En hospitales públicos vuelven a faltar los sedantes y médicos están en emergencia por sueldos

Según el Gobierno, por tercera semana consecutiva el país registra una desescalada de contagios de Covid-19, pero las autoridades sanitarias piden a los municipios no flexibilizar las restricciones de contención y prepararse para contener una cuarta ola este año.

En medio de eso, epidemiólogos e infectólogos señalan que aún no se puede hablar de contención de la pandemia, porque las Unidades de Terapia Intensiva (UTI) de los hospitales públicos continúan saturadas y los familiares de los pacientes nuevamente sufren por la falta de medicamentos que son de entrega gratuita a través del Sistema Único de Salud (SUS).

En los hogares también quedan personas atendiendo a sus familiares contagiados y por emergencia convierten sus dormitorios en camas hospitalarias ante la saturación, y cuando logran un espacio en los hospitales, sufren por la falta de medicamentos.

Evelin Zegarra enfrenta esta situación crítica. Su esposo Augusto Choma, de solo 35 años, está internado tras dos semanas de recibir atención en casa. Todos en su domicilio enfermaron y solo él necesitó oxígeno, que le suministraron en su vivienda, pero su situación se agravó.

Sus familiares cuentan que, para cubrir la atención en casa, llegaron a gastar más de Bs 20.000.

El pasado fin de semana la familia consiguió un espacio en el domo del hospital Japonés; sin embargo, lamentan que faltan medicamentos y por ello a diario deben gastar más de Bs 3.500.

“Nos piden más de 20 sedantes, ya vendimos todo y no tenemos para medicamentos ni para pagar alquiler de la habitación en la que vivimos”, lamenta Zegarra.

Franklin Rudón es otro de los pacientes que está en terapia en el domo del Japonés. También le brindaron atención en su vivienda por una semana, pero empeoró y fue trasladado al hospital. Dos de sus hijas muestran las decenas de recetas que se dan modos para comprar.

Melisa, una de sus hijas, cuenta que a diario recorren farmacias en la Villa Primero de Mayo y el Plan Tres Mil para completar las recetas, incluso se vieron obligados a desplazarse hasta el municipio de Cotoca, con tal de conseguir toda la medicación.

“Ya tuvimos que vender o empeñar nuestras cosas. Gastamos más de 5.000 por día. Es hartísimo”, lamenta.

En el domo también está Caterina Zapata, que con 29 años dio a luz cuando estaba internada por Coronavirus. Ella completó su gestación, pero luego del parto el Covid-19 complicó aún más su salud.

Su esposo, Víctor Hugo Sousa, comenta que además tienen otro hijo que él debe atender y no tiene apoyo, porque la madre de su esposa falleció el año pasado también por coronavirus. “Ya vendí la televisión, la heladera. Estoy luchando solo, no nos da el bolsillo”, explica quien agrega que está gastando más de Bs 3.000 al día.

El docente universitario, Julio Montíveros, cumple hoy 35 días internado en el domo. En este tiempo fue reanimado en dos ocasiones.

Su hermana Yohana cuenta que cuando su familiar está estable gasta entre Bs 3.500 y 5.000; sin embargo, en los días en los que tuvo que ser reanimado, llegaron a gastar hasta Bs 12.000.

“Cada sedante nos sale entre Bs 130 a 150 y piden entre 20 o 70 por día. No hay bolsillo que aguante. Es mucha plata. Pedimos, por favor a las autoridades que se acuerden del pueblo”, reclama Yohana.

Recientemente la esposa de Julio recibió el alta médica, tras cerca de un mes en el mismo estado crítico. “Nos prestamos dinero, hicimos rifas, almuerzos solidarios todos los fines de semana. No hay bolsillo que aguante, es muy desesperante”, expresó.

La directora del Japonés, Neisy Surriabre, confirmó que se agotaron los medicamentos que entregó el Ministerio de Salud hace más de dos semanas, por lo que pidió que se priorice una nueva entrega, ante la alta demanda de pacientes que no disminuyen en cuidados críticos, pese a la desescalada de contagios.

Desescalada

En la última semana epidemiológica (número 26) el país registró un 8% menos de contagios en relación a la semana 25 (del 20 al 26 de junio), es decir bajó de 12.052 a 11.077 contagios.

Aunque, la dismunición de contagios en el país empezó antes. En la semana 24 (del 13 al 19 de junio) se alcanzó un decrecimiento de 22% y en la 23, fue de un 20%.

La viceministra de Promoción, Vigilancia Epidemiológica y Medicina Tradicional, María Renee Castro, agregó que el índice de positividad actual en el país es del 15%, es decir, de cada 100 pruebas aplicadas 15 salen positivas.

El director general de Epidemiología, Freddy Armijo, resaltó que Santa Cruz es el departamento que más tiempo está en desescalada, pues el sábado concluyó su cuarta semana consecutiva.

Agregó que en la actualidad ningún departamento registra un incremento “peligroso de casos”.

“En este momento en Bolivia no solo se pararon los contagios, sino que por tres semanas sostenidas hay decrecimiento de contagios. Incluso si vemos por departamento hay algunos que están en desescalada por más tiempo”, resaltó.

Los primeros departamentos en reportar la desescalada fueron Beni y Pando; sin embargo, otros recién ingresaron en meseta, tal es el caso de Potosí.

El infectólogo, Juan Saavedra, confirmó que el país está en fase de descenso y enfatiza que aún no se puede hablar de control de la enfermedad. “Solo se logrará el control cuando se tengan menos de 100 casos diarios en el país. Eso se conseguirá aislando a todos los infectados y poniendo en cuarentena a todos los contactos”, insistió Saavedra, a tiempo de criticar que una de las principales debilidades en el manejo de la pandemia es que no se logra aislar a los positivos ni a sus contactos.

En el caso de la capital cruceña, el secretario de Salud, Roberto Vargas, señala que la proyección de los especialistas es que en esta semana epidemiológica, que comenzó el domingo, nuevamente se registre un descenso.

Restricciones

El alcalde de la capital cruceña, Jhonny Fernández, adelantó que este jueves se reunirá con los alcaldes de la región metropolitana donde se debatirá la posibilidad de flexibilizar los horarios de circulación con el objetivo de reactivar la economía.

Mientras tanto, hasta este viernes, el horario permitido para la circulación en la capital cruceña es de 5:00 a 23:00.

Los anuncios de flexibilizar restricciones no tienen el apoyo de las autoridades sanitarias. El director nacional de Epidemiología indicó que no es momento aún de flexibilizar medidas y pidió a la población mantener el uso de las medidas de bioseguridad y el distanciamiento social.

El gerente de Epidemiología del Servicio Departamental de Salud (Sedes) de Santa Cruz, Carlos Hurtado, indicó que “ven números bajos en fines de semana y la gente dice: ya acabó esto y todo mundo quiere volver a la normalidad cuando aún no hemos declarado el final de la epidemia”.

Añadió que la última semana epidemiológica se cerró con 3.432 casos positivos y que 110 personas perdieron la vida a causa de la enfermedad, por lo que se debe seguir manteniendo las medidas de bioseguridad y acudir a los puntos de vacunación hasta lograr la inmunidad de rebaño.

El secretario municipal de Salud de Santa Cruz de la Sierra, Roberto Vargas detalló que después de cinco semanas de una meseta elevada con cerca del 20% de positividad de pruebas, se disminuyó al 12,7%.

Vargas manifiesta que la vacunación, la restricción de horarios, la prohibición en el consumo de bebidas alcohólicas y el trabajo de brigadas médicas ayudaron a tener esta desescalada.

Hay otras regiones, como el departamento paceño, donde también mantienen restricciones. El gobernador de La Paz, Santos Quispe, indicó que se determinó limitar el consumo y expendio de bebidas alcohólicas de 22:00 a 5:00. Añadió que el aforo es del 50% para todas las actividades.

Santos dijo que es prioridad analizar más acciones para impulsar la vacunación.

Anticipan una cuarta ola

El secretario municipal de Salud de Santa Cruz de la Sierra recordó que por estudios internacionales y experiencias de otros países se pueden registrar hasta siete olas de coronavirus, por lo que se está trabajando en la contención de otro repunte que se prevé que sea entre mediados y finales de octubre.

“Nosotros como sector salud estamos reforzando nuestro primer nivel y viendo las necesidades para mejorar la atención y la detección de casos. El impacto de esta será de acuerdo al comportamiento de la población y al avance de la vacunación”, remarcó Vargas.

El infectólogo Saavedra indicó que la cuarta ola en el país probablemente se registre entre noviembre y diciembre de este año.

Finalmente, el jefe nacional de epidemiología del Ministerio de Salud y Deporte, Freddy Armijo, remarcó que este nuevo repunte se prevé que sea en septiembre, aunque esperan que con el avance de la vacunación se logre contener su impacto

Por Jesus

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