El joven contó lo sucedido en los cerca de tres días que estuvo secuestrado. Este martes se reunió nuevamente con su familia
Michael Arrázola es el joven que este martes nuevamente se reunió con su familia tras ser liberado por los hombres que por cerca de dos días y medio lo tuvieron secuestrado.
“Solo me hablaban de matar y me pateaban”, contó el joven a la red UNITEL mientras abrazaba nuevamente a su madre y a su padre.
Michael había sido secuestrado la noche del sábado en el municipio de Shinahota, en Cochabamba. Cinco personas encapuchadas ingresaron al negocio nocturno que tiene su familia y después de golpearlo lo secuestraron. La familia del joven contó que a través de un contacto telefónico los delincuentes le pidieron un millón de dólares.
El joven relató que en el tiempo que estuvo secuestrado lo llevaron a unos 20 minutos de Bulo Bulo. Además, asegura que quienes lo secuestraron son de nacionalidad boliviana, se percató de ello por su acento.
El joven de 23 años contó que sus secuestradores lo dejaron cerca de las 4:00 en una carretera y gracias a las personas que se encontraban en el lugar se percató que estaba en el municipio de Bulo Bulo, en Cochabamba.
Michael contó que una persona le ayudó a contactar a su madre, quien le pidió acercarse a la Policía para resguardarlo hasta que nuevamente estén juntos.
El comandante de la Policía en el Trópico de Cochabamba, el coronel Iván Tapia, informó a UNITEL que la investigación continuará, pese a que el joven fue liberado.