“En los cuentos de hadas, el espejo es importante para la mujer, es a la vez fuente de atracción y de repulsión”, dijo a la agencia AFP la directora artística de Dior, Maria Grazia Chiuri. “Si queremos construir nuestra propia identidad, no debemos mirarnos en él”, agregó la diseñadora italiana, una de las figuras feministas más influyentes de la moda.

El video de la colección para el próximo otoño-invierno 2021-2022 recuerda a la película “La bella y la bestia”, de Jean Cocteau, con su poesía negra, tan bella como angustiante.

La colección abunda en cuellos blancos y pecheras con bordados, evocando el mundo de la infancia. Los vestidos de noche, largos y vaporosos, con tules superpuestos, recuerdan el mundo de vida social y ceremonias con alfombra roja que el coronavirus frenó en seco.

La paleta de colores oscila del gris al rojo. Las princesas son punk, caminan con botas y calcetines integrados, otras llevan un vestido de tul bordado con rosas con un efecto rasgado, herido.

Con la Covid-19, “el tiempo se ha suspendido”, explicó Chiuri. “Es la época de cuentos, con bosques encantados que no recuperarán sus colores mientras no renazca la vida”.

La pandemia ha supuesto un duro golpe para las Semanas de la Moda, privando a las firmas del glamur y la visibilidad de la que gozan normalmente con las pasarelas. 

Las marcas de lujo deben conformarse ahora con presentaciones virtuales sin público y dar “muestras de imaginación para suscitar el deseo” y “la esperanza”, según la directora artística.

El pasado Día Internacional de la Mujer, Dior se apropió del Palacio de Versalles para presentar la colección que se ve en imágenes y puso a bailar a las modelos en la Galería de los Espejos sin que éstos reflejaran su imagen, celebrando así una nueva libertad femenina.

Por Condori Luis Pedro

Diseñador y Administrador de Noticias en la Web

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