A poco más de un mes de que asuman las nuevas autoridades municipales, la circulación de la totalidad de la flota de los Buses del Transporte Rápido (BRT) Sarao aún no se ha consolidado. Pese a las múltiples fechas anunciadas para su funcionamiento, todavía se espera la llegada de 25 buses.

Entendidos en transporte ven necesario que la nueva administración municipal evalúe el proyecto para darle funcionalidad.

El primer canal del BRT, además de inversión municipal en las obras viales, tuvo participación de privados, toda vez que los transportistas que son los concesionarios de la ruta, gastaron $us 6 millones en la compra de los buses. 

La empresa que se adjudicó la administración del pasaje también ha destinado recursos para colocar a disposición 2.000 tarjetas que servirán para el pago de pasajes.

Revisión y acciones

El ingeniero vial Javier Mendívil señaló que la nueva gestión municipal tiene como una de sus primeras tareas dar funcionalidad al tramo ya construido porque se tratan de recursos ya invertidos que no pueden darse por perdidos.

“A la ciudad se le tenía que aplicar un sistema de BRT, pero la pregunta era dónde comenzar, esto ya está hecho. Ahora hay que hacerlo funcionar. Esto es parte de un proyecto grande que se debe revisar, pero no veo que se tenga que parar”, remarcó.

En la mirada del urbanista Fernando Prado, este sistema “comenzó incompleto” porque no se definió qué pasará con las más de 119 líneas que circulan en la ciudad. “Ahora que ya está la inversión, ¿qué se debería hacer?, resulta complicado pues se invirtió mucho dinero”, expresó.

Problemas técnicos

Mendívil mencionó que un canal de circulación no resuelve un problema de transporte público, pues se necesita un sistema integral que debe pasar por un proceso de reorganización.

Las observaciones del experto apuntan a que hay problemas técnicos en algunas intersecciones que deberán ser revisados porque el BRT saca a los vehículos privados hacia afuera en algunas rotondas. Asimismo, cree que el tramo de la avenida Irala debe ser revisado, pues al ser más angosto puede dar lugar a congestiones vehiculares.

Del mismo modo, indica que también se debe analizar qué pasará con el transporte libre y el resto de micros que circulan en el primer anillo. “No es imposible mover la ruta. Todas las rutas siempre son revisables. Todos los candidatos a la Alcaldía han propuesto corredores y hasta el cuarto anillo. ¿Qué pasa con el quinto, sexto, con el resto de radiales?”, insistió.

Por su parte, Prado señaló que las nuevas autoridades municipales deberán revisar el proyecto completo y también deben revisar el retiro de cinco metros de jardín, que se les revirtió a los propietarios de inmuebles del primer anillo y acabó perjudicando los negocios, porque ese espacio era usado como estacionamiento.

Ambos entendidos insisten en que no es necesario construir grandes obras para mejorar el transporte público actual, sino que se debe ordenar el sistema e ir mejorándolo de forma progresiva.

Buses en espera

Por su parte, el presidente de la empresa concesionaria de la ruta del primer anillo, Percy Rojas, indicó que tienen su inversión asegurada, pues como respaldo cuentan con el documento de concesión que se hizo con el Gobierno Municipal de la ciudad.

Agregó que a inicios de marzo llegaron a la Aduana cinco buses del nuevo sistema y el resto, que son cerca de 20, aún están en tránsito. “Simplemente dan el manifiesto de la mercadería y tengo confirmado que llegaron cinco en perfecto estado. No se sabe aún la fecha de llegada a la ciudad, lo que más nos demora es el protocolo de seguridad en los puertos. Deben fumigar y otros trámites”, remarcó.

En reiteradas ocasiones el secretario de Movilidad Urbana, Rolando Ribera, remarcó que esta inversión es a largo plazo pues se tienen cuatro fases, cada una integrada por un anillo y un corredor.

Según el plan expuesto por la gestión saliente, el proyecto del BRT tiene cuatro fases: la primera contempla el primer anillo y el corredor Cristo Redentor y Santos Dumont; la siguiente, es el segundo anillo y el alimentador Este/ Oeste, es decir, desde la avenida Virgen de Cotoca hasta el final de la avenida Roca y Coronado; la tercera fase del proyecto es el tercer anillo y la avenida Grigotá. 

La última fase es el cuarto anillo y el corredor de la avenida San Aurelio hasta la avenida Paurito.

Por Condori Luis Pedro

Diseñador y Administrador de Noticias en la Web

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