Charles Torres, de 35 años, luchaba por su vida mientras grababa un vídeo en el que se despedía de sus tres hijos y cuatro hijastros.

“Los amo con todo mi corazón, los amo mucho”, dijo en un vídeo. “Cuiden a su madre. Los amo”, añadió Torres, quien debía respirar con la ayuda de un ventilador por Covid-19.

En todo ese tiempo, hubo momentos en donde su familia pensó que lograría vencer la enfermedad, sin embargo con el paso del tiempo su condición empezó a complicarse y finalmente falleció.

“Entró y nunca salió”, dijo su padre, Alex Torres, durante una entrevista el pasado viernes. “Es como perder tu sombra. No importa a dónde vayas, lo tienes apoyándote todo el tiempo”.

“Siempre ha sido un servidor público. Ha hecho una gran cantidad de cosas por la gente”, dijo su madre, Joanie Torres. “Siempre decimos, ‘El corazón de Charley es más grande que su cuerpo’, él era ese tipo de persona”.

Su mayor vocación, dijeron sus padres, era la familia. Amaba a su esposa Ana y a sus hijos e hijastros. Tres de ellos tienen menos de 6 años. “Los llevaba a todas partes. Hacía todo con ellos”, dijeron. Torres se encuentra entre los casi 43,000 tejanos que han muerto de COVID-19, según las últimas cifras del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Texas.

Sus padres dijeron que tenía problemas de salud preexistentes. Como personas de fe, ven su muerte como un regreso a casa. “Dios le está dando un poco de descanso en este momento, pero tiene algo más poderoso que hacer”, dijo su madre.

Desde entonces, la familia abrió campaña para juntar recursos para ayudar a sus hijos con la meta de recaudar 15 mil dólares, considerando que Torres era la única persona empleada de la familia. Ya casi han llegado a esa cifra.

Por Condori Luis Pedro

Diseñador y Administrador de Noticias en la Web

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