Con saladitos, brindis y voces quebradas, el personal médico de la Unidad de Cuidados Intensivos (UTI), el domo Covid-19 del Hospital San Juan de Dios, se dio unos minutos para conmemorar ya un año de atención a casos relacionados con la pandemia.

El director del establecimiento, Marcelo Cuéllar, reflexionó, en retrospectiva, sobre lo vivido en este periodo. Lamentó la reacción cuando llegó el caso de la señora de San Carlos, y reconoció que ha sido un camino de aprendizaje y desafíos. «No quiero recordar el caso cero porque me da vergüenza», dijo.

Apeló al significado etimológico de la palabra misericordia, que es la disposición a compadecerse de los sufrimientos y miserias ajenas. «Proviene del latín misere, que alude a la miseria y necesidad; de cor, o cordis, corazón; e ia, hacia los demás. Significa tener un corazón solidario con aquellos que tienen necesidad», recordó y dijo que, por encima de las fallas, el personal del San Juan de Dios tiene mucho corazón.

Después hablaron otras personas, con la voz entrecortada, recordaron el camino recorrido, los temores, las enseñanzas y al final, brindaron, agradecidos por seguir junto a sus familias.

Por Condori Luis Pedro

Diseñador y Administrador de Noticias en la Web

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