Carlos Mesa es tajante y firme cuando asegura que no apoyará en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) ningún juicio de responsabilidades en contra de la expresidenta Jeanine Áñez por el delito de “golpe de Estado”.

El expresidente de Bolivia considera que la teoría del “golpe de Estado” es un invento del Movimiento Al Socialismo para ocultar el gigantesco fraude electoral, montado por Evo Morales en las elecciones de octubre de 2019, y allanar el camino para postularse nuevamente en 2025.

Sin embargo, Mesa dejó también en claro que si se abre un juicio de responsabilidades contra Áñez y su Gobierno “por violación a los Derechos Humanos (DDHH) o por corrupción y que esté fundamentado y adecuadamente documentado, nosotros lo vamos a viabilizar porque no tiene nada que ver con la falsa teoría del golpe de Estado”.

Para Mesa, los juicios de responsabilidades por corrupción y violación a los derechos humanos también deberían extenderse a Evo Morales.

Del supuesto “golpe de Estado”, del rol que jugó en los conflictos de noviembre de 2019, de la responsabilidad de Comunidad Ciudadana como cabeza de la oposición parlamentaria y otros temas habla el expresidente en esta entrevista con Los Tiempos. 

En forma recurrente el MAS lo acusa de ser parte de un golpe de Estado. ¿Qué tareas lleva adelante para hacer frente a esta campaña?

Las acusaciones no tienen fundamento y afirmamos categóricamente que no fue golpe, fue fraude.

Nuestra primera afirmación es que la prueba más importante del fraude la proporcionó el propio MAS sobre la base de elementos jurídicos.

El MAS tenía el control de los dos tercios de la ALP durante el Gobierno de Jeanine Áñez. El 24 de noviembre de 2019, se aprobó una ley sancionada por la mayoría del MAS en la Asamblea que establecía dos cosas muy importantes: la primera, la realización de nuevas elecciones, previa anulación del proceso electoral. Es decir, la

ALP, del 24 de noviembre, anuló las elecciones de 2019 porque eran fraudulentas.

La segunda es que esta ley determina que había que nombrar a un nuevo Tribunal Supremo Electoral (TSE) y a nuevos Tribunales Departamentales. Esto porque estas instituciones eran copartícipes del fraude electoral.

Esa ley es una prueba incontrastable de que hubo fraude y fue presentada por el MAS.

Otro hecho tiene que ver con la aceptación de la renuncia de Evo Morales y de Álvaro García Linera, que se produce el 21 de enero de 2020.

Ese día, la Asamblea con mayoría masista considera y aprueba la renuncia. Si el MAS hubiera creído que había golpe de Estado y que no hubo fraude, ¿por qué acepta la renuncia de Morales y García Linera?

Otro elemento de prueba de que existió un fraude es que la Ley Excepcional Transitoria de Prolongación de Mandato de las Autoridades Constitucionales, cuyo objetivo es convocar a las elecciones nacionales, es una norma reconocida y aprobada por el MAS.

Finalmente, otra prueba de que hubo fraude es el informe de la Organización de Estados Americanos, con respaldo de la Unión Europea, que hace referencia a graves irregularidades en el proceso electoral.

Cuál cree que es el objetivo de toda esta campaña del MAS de insistir con el tema del “golpe”.

Es obvio que el señor Morales quiere ser candidato a la presidencia en 2025 y quiere llegar a ese momento sin el estigma del delito que cometió. Es decir, de cometer un gigantesco fraude no solamente afectando a Comunidad Ciudadana, que era su principal contendiente electoral, sino al país entero.

No hay otra razón, está tratando de minimizar el fraude, de tapar el fraude con la invención vergonzosa de un supuesto “golpe de Estado”.

En los días de mayor tensión entre octubre y noviembre de 2019, ¿cuál es el rol que ejerce Carlos Mesa y Comunidad Ciudadana?

Resulta que quien ha sido víctima de un gigantesco fraude, al que le han escamotado la segunda vuelta, Carlos Mesa, ahora es acusado de una ficción, de una mentira, de una falacia como es armar un “golpe de Estado”.

Lo que hicimos nosotros fue denunciar que la interrupción del TREP era una irregularidad porque luego cambió la tendencia de manera grosera. Dijimos que no podíamos aceptar ese resultado y que rechazábamos el resultado del proceso electoral.

Yo llamé a la movilización pacífica y democrática, esa petición la hice tanto a través de tuits como a través de conferencias de prensa e improvisados discursos.

Convocamos al Consejo Nacional de Defensa de la Democracia y a los partidos políticos para denunciar que había un fraude. Llevamos adelante varias iniciativas, todas pacíficas y democráticas.

Ni militantes de CC, ni yo mismo planteamos nunca una resistencia violenta o propusimos algo que vulnerara la Constitución.

Hasta dónde cree que el MAS pueda llegar con esta campaña.

Hay una realidad que el ministro de Justicia inicialmente parecía entender, pero ahora lo niega rotundamente. Tanto los jueces como los fiscales son dependientes del Gobierno y siguen sus instrucciones. En consecuencia, la administración de justicia y la acusación no tienen credibilidad alguna. Sin embargo, en ese contexto puede pasar cualquier cosa, se pueden inventar otras falsas acusaciones.

De hecho, la acusación de terrorismo, sedición y conspiración carece del más mínimo fundamento. Terrorismo implica el uso de armas en contra del orden establecido.

Cómo pueden acusarnos de terrorismo a mí, a Tuto Quiroga o a los militantes de Comunidad Ciudadana. En qué momento nos levantamos violentamente con armas en contra del Estado.

Con esa acusación, sin previo aviso, sin haberle avisado de qué se le estaba acusando, han allanado de manera violenta la casa y detenido a la expresidenta Áñez.

Por Jesus

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