A través de pronunciamientos oficiales, en los últimos cuatro días, la Organización de los Estados Americanos (OEA) y la Unión Europea (UE) ratificaron sus respectivas posiciones respecto a los hechos de 2019, con lo que rechazaron la posición que sustenta el Movimiento Al Socialismo (MAS) respecto a que el 2019 no hubo fraude electoral y, más bien, se dio un “golpe de Estado”.

En los últimos días, el MAS respaldado en el trabajo del Ministerio Público, señaló que no hubo fraude electoral en los comicios generales de 2019, pues la Fiscalía dictó un sobreseimiento en el proceso judicial abierto por este caso con base en un informe que tres consultores de la Universidad de Salamanca (España), que estableció que no hubo manipulación en el cómputo electoral, trabajo al que asignó mayor credibilidad que a la auditoría vinculante de la OEA que halló “manipulación dolosa” en el conteo de votos, conclusión que presentó dos meses después de la votación.

Al margen de ello, el MAS insistió en que el 2019 se dio un “golpe de Estado”. Para ello, incluso, el procurador general del Estado, Wilfredo Chávez, llegó a decir que hubo una reunión “delincuencial” en la Universidad Católica Boliviana (UCB), al referirse a la mesa de pacificación en la que una de sus impulsoras era la UE, debido a que allí se tomaron decisiones que debían ser asumidas por la Asamblea Legislativa Plurinacional.

En medio de esa situación, la UE emitió una declaración el jueves de la semana pasada en la que indicó que: “La Delegación de la Unión Europea, junto con las misiones diplomáticas de los Estados Miembros de la UE en Bolivia, rechaza categóricamente las acusaciones de haber participado en noviembre de 2019 en una conspiración con el objetivo de preparar un golpe de Estado”.

“En noviembre de 2019, la UE, bajo el liderazgo de la Iglesia, ayudó a facilitar reuniones involucrando a actores clave de todos los partidos políticos, incluido representantes de MÁS, con un solo objetivo: ayudar a pacificar el país en tiempos de extrema tensión facilitando una plataforma para el diálogo, con el propósito de evitar más violencia y poner fin a la crisis que sacudió al país”, añadió la UE en su declaración.

El “silencio” de la UE fue cuestionada por el lunes de la semana pasada por el expresidente Jorge Quiroga, quien dijo que esa acción incluso puede ser “cómplice”, debido a que el MAS insistió en que él encuentro en la UCB sirvió para dar paso al “golpe de Estado”.

Este lunes fue el turno de la OEA, organización que ratificó sus hallazgos del Análisis de Integridad Electoral sobre las elecciones 2019, por lo que concluye que no es, ni será posible, garantizar la integridad sus resultados.

Además, el organismo cuestionó el informe emitido por tres consultores de la Universidad de Salamanca, debido a que pese a admitir graves hallazgos en materia informática e imperdonables errores, concluye que “no supuso una manipulación de los datos».

“Habiendo analizado el documento, la Secretaría para el Fortalecimiento de la Democracia de la Secretaría General de la OEA se ve en la obligación de reiterar los hallazgos del Análisis de Integridad Electoral realizado por la Organización en 2019, y concluye que no es, ni será posible, garantizar la integridad de los datos y dar certeza sobre los resultados de esa elección”, se lee en el comunicado de la OEA.

Luego de denunciarse irregularidades en el proceso electoral de 2019, la OEA, a pedido del gobierno de Evo Morales, realizó una auditoría integral a los comicios. En el acta suscrito con el entonces canciller Diego Pari se indicó que el informe iba a ser vinculante para ambas partes. Días después, el informe concluyó que: “hubo una manipulación dolosa e irregularidades graves que hacen imposible validar los resultados emitidos originalmente por las autoridades electorales bolivianas”.

La OEA, en su documento emitido este lunes, advirtió que el informe que encargó la Fiscalía a los consultores españoles no tiene carácter integral como el que realizó el equipo especializado de este organismo en 2019, debido a que se refiere única y exclusivamente a temas informáticos con base a información desconocida y proporcionada por el ente estatal, y no abarca otros asuntos de suma importancia para comprender de manera integral los hechos de 2019.

Otro aspecto cuestionado por la OEA al informe de los consultores españoles es el tiempo, pues este último estudio se realizó después de más de un año y “a distancia, por un equipo sin experiencia en materia electoral”.La OEA en su pronunciamiento, ratifica la utilización de dos servidores ajenos a la estructura tecnológica establecida para el sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP).

Sin sustento técnico desde el punto de vista electoral y con base únicamente en la comparación de algunos campos de las bases de datos, el informe parcial presentado por académicos afirma que «se ha demostrado que esta gestión inadecuada de los sistemas informáticos no supuso una manipulación de los datos».

“Llama la atención que llegan a esta conclusión sin haber logrado identificar las imágenes de actas del TREP que se utilizaron también en el cómputo, desconociendo el grado de alteración que poseen, ignorando que no existe registro de los cambios o de quiénes los hicieron y que era posible eliminar evidencias, tal como ocurrió”, menciona el documento de la OEA.

Entre otros aspectos, la OEA también lamentó que los consultores españoles, a pesar de haber analizado y ratificado hallazgos fundamentales de la OEA, no se hayan reunido con el equipo de la organización ni con otros actores que hubieran podido compartir información de gran valía para la realización de un estudio objetivo y completo.

Por Jesus

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