Al menos 100 estudiantes se quedaron sin clases ayer en el colegio Branko Petricevic, porque los presuntos copropietarios cerraron las instalaciones con cadenas y soldaduras pese a la existen de dos leyes municipales para la expropiación de los predios.

En 2018, el Concejo Municipal de Cochabamba aprobó dos leyes, 260/2018 y 261/2018, de declaratoria de necesidad y utilidad pública del bien inmueble conformado por dos predios de 4.788,52 y 3.341,14 metros cuadrados, para zanjar este problema.

Asimismo, existe una orden de medidas precautorias que impiden a los presuntos copropietarios realizar cualquier acción o refacción hasta que el juzgado defina la situación legal y jurídica, informó el presidente de la junta escolar, José Luis Vargas.

“Los predios de la unidad educativa se encuentran en litigio, en el juzgado. Este 6 de octubre tenemos el juicio para ver en qué queda la escuela. Lo que hicieron el domingo es una violación a los derechos de los estudiantes”, denunció.

Una de las estudiantes de primaria, Laura, quien llegó a pasar clases porque no tiene dispositivo tecnológico expresó: “No quiero que se cierre mi escuela, estoy desde primero. Pido que se solucione este problema porque tenemos compañeros que queremos estudiar”.

En tanto, una madre, Elena Flores, lamentó lo ocurrido, porque “hay papás que no tenemos wifi en casa. Mi niña tenía que pasar clases hoy, pero por este problema no ha podido avanzar. Todos los años esta gente viene a amedrentar a los padres de familia y a los niños. Pido a las autoridades que le pongan una solución”.

Los Álamos

El presidente de la OTB Los Álamos, Werner Ramírez, explicó: “Nosotros, como propietarios, no vamos a permitir que entre nadie. Es la decisión de las bases y de todos los propietarios. Este terreno ha sido destinado para un fin educativo, pero no vamos a tener nada que ver con la Alcaldía”.

Añadió: “Una fracción de terreno nos ha donado Convifacg y otra nos ha donado la familia Grigoriú para ampliar la unidad educativa. Nosotros lo hemos perfeccionado y tenemos el derecho propietario”, dijo.

El colegio Branko Petricevic se fundó el 13 de mayo de 1987 como un complejo educativo modelo.

Los padres, vecinos y profesores recuerdan que el colegio se construyó en los terrenos donados por la familia de Raymundo Grigoriú y su esposa María Consuelo.

La construcción fue financiada por la esposa de Branko Petricevic, un empresario de la época, a cambio de que la escuela lleve el nombre de su difunto esposo.

Por Jesus

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