El embajador de Bolivia ante las Naciones Unidas (ONU), Diego Pary, explicó este jueves los motivos por los que el país se abstuvo de votar en la resolución de la ONU en rechazo a la «agresión» de Rusia contra Ucrania y afirmó que el Estado se mantuvo en una «posición neutral desde el principio del conflicto».
«La abstención es no estar identificado con ninguno de las dos partes, para que puedan sentarse a una mesa de diálogo y poder identificar las soluciones que sean de beneficio de ambas partes y en ese contexto Bolivia se ha abstenido porque hemos tenido una posición neutral desde el principio del conflicto y mantenemos la misma línea en este momento y la abstención significa aquello», aseveró Pary en contacto con Radio Éxito.
El Embajador aseveró que Bolivia es un Estado pacifista y aboga para que Ucrania y Rusia arreglen sus conflictos mediante el diálogo y la concertación. Además, dijo que más de 40 países se abstuvieron y rechazaron la resolución de la ONU.
«Han sido 35 países los que se abstuvieron en la sesión de ayer, más de 12 países que no votaron haciendo un total de 47 países que prácticamente no se han identificado ni con un lado ni con el otro lado del conflicto», acotó la autoridad.
Ayer la Asamblea General de la ONU aprobó la resolución que «deplora en los términos más enérgicos la agresión cometida por Rusia contra Ucrania».
Según la información oficial de la ONU, la resolución fue aprobada con 141 votos a favor, 5 en contra (Belarus, Corea del Norte, Eritrea, Rusia, Siria) y 35 abstenciones, entre ellas la de Bolivia.
El texto adoptado es una condena en duros términos de «la agresión de Rusia contra Ucrania» y una muestra del compromiso «con la soberanía, la independencia, la unidad y la integridad territorial de Ucrania, incluidas sus aguas territoriales».
En la resolución se exige que Rusia «deje inmediatamente de recurrir al uso de la fuerza contra Ucrania» y «retire inmediata, completamente y sin condiciones todas sus fuerzas militares» del país vecino. También deplora la alerta nuclear declarada por el presidente Vladímir Putin, una mención ausente en la resolución del Consejo de Seguridad que Rusia vetó el viernes.