Al 99.80% de los votos escrutados, el expresidente izquierdista ‘Lula’ da Silva obtuvo el 48.38 % del apoyo, frente al 43.24 % de su principal rival, el actual presidente Jair Bolsonaro. El balotaje será el 30 de octubre

Las encuestas no predijeron el resultado de las elecciones en Brasil, que determinaron segunda vuelta entre el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva y el presidente Jair Bolsonaro, que dio el ‘batacazo’ a los medidores que anticipaban una aplastante derrota a manos de su principal rival.

Aunque Bolsonaro se impuso al inicio del conteo, el líder del Partido de los Trabajadores volcó el tablero al final de la jornada y acabó con el 48.38 % del apoyo, frente al 43.24 % de su contrincante, con el 99.80 % de los votos escrutados.

De esta forma, la elección presidencial más polarizada en décadas en la mayor economía de Latinoamérica se repetirá el 30 de octubre ante mucha expectativa.

Ante este escenario impredecible, será clave el apoyo que podría dar el resto de los candidatos presidenciales, si se adhieren a las campañas de Lula o Bolsonaro o si le dan libertad a sus electores para que elijan a su favorito.

Simone Tebet (del Movimiento Democrático Brasileño), la tercera más votada en la elección con el 4.16% de apoyo, dijo que el momento actual es de “decisión y acción” y que tiene un bando en la segunda vuelta, pero tomará posición “en el momento oportuno”.

Muy por detrás, se ubicó Ciro Gomes, del Partido Democrático Laborista (PDT), con el 3.05%, que tampoco dijo a quién apoyará.

Bolsonaro, la sorpresa

“Vencimos la mentira” de los sondeos, dijo Bolsonaro tras entrar al balotaje. Y es que las principales encuestadoras habían vaticinado una amplia ventaja para Lula, de hasta 15 puntos, e incluso mencionaron la posibilidad de que gane sin ir a segunda vuelta.

“Los resultados forzarán a Lula a cortejar a los votantes centristas e incluso los conservadores de manera más agresiva en las próximas cuatro semanas”, dijo en un tuit Oliver Stuenkel, profesor de Relaciones Internacionales de la Fundación Getulio Vargas (FGV) en Sao Paulo.

Bolsonaro, excapitán del ejército de 67 años, centró su estrategia de campaña en los valores “Dios, patria, familia”, un discurso patriótico y los ataques a su adversario, al que se refiere como el “ladrón” y “expresidiario”.

El actual presidente brasileño mantiene un sólido apoyo entre los evangélicos, que representan un tercio del electorado, el agronegocio y los sectores populares que no perdonan al Partido de los Trabajadores de Lula sus escándalos de corrupción.

El actual presidente Bolsonaro había atacado a las encuestas: aseguró que la temperatura electoral había que tomarla en las calles, y que en ese caso iba a ganar de sobra. Hace dos semanas dijo que sería “anormal” no ganar por 60% en la primera vuelta.

No obstante, su mandato estuvo marcado por una turbulenta gestión de la pandemia que dejó 686.000 muertos, un avance de la pobreza y el hambre, niveles récord de deforestación en la Amazonia y ataques contra las instituciones judiciales y la prensa.

Jair Bolsonaro /Foto: AFP

Las facturas de Lula

Lula, de 76 años, había reservado la emblemática avenida Paulista para celebrar su victoria por todo lo alto en Sao Paulo, pero ahora tendrá que pelear por cada voto.

El líder contaba con alcanzar fácilmente su tercera presidencia apoyado en las clases populares, las mujeres y los jóvenes, tras haber gobernado Brasil entre 2003-2010.

Sin embargo, no pudo sacudirse la mancha de la corrupción. Fue sentenciado y luego obtuvo la anulación de sus condenas por motivos procesales por el escándalo Lava Jato sobre una red de sobornos en la petrolera Petrobras, con tentáculos en varios países de la región.

De ganar en segunda vuelta, Lula promete combatir el hambre en Brasil, sacar al país de su aislamiento diplomático y poner fin a su imagen de “paria” medioambiental, debido a la deforestación masiva de la Amazonía registrada bajo Bolsonaro.

“Tendremos que viajar más” para “convencer a la sociedad brasileña de nuestras propuestas (…) La lucha continúa hasta la victoria final”, dijo Lula tras conocerse el resultado final.

En la jornada, más de 156 millones de votantes brasileños también eligieron a 27 gobernadores; 513 diputados; un tercio del Senado y a los representantes en las asambleas legislativas regionales.

Por Juan de Dios Peña Gomez

Gerente Administrador de Taxi-Noticias

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