“impunidad” de Evo por la crisis de 2019
La exmandataria asumió el poder tras la salida de Evo Morales, que renunció al cargo tras las protestas por denuncias de fraude electoral

Jeanine Añez cumple este 13 de marzo tres años desde que fue apresada inicialmente en la ciudad de Trinidad en una acción que derivó en una detención preventiva y luego en una serie de procesos, entre los que enfrenta los denominados casos golpe I y golpe II.

Desde su encierro, la expresidenta que dirigió al país en un Gobierno de transición tras las fallidas elecciones de 2019, volvió a apuntar en contra del exmandatario Evo Morales Ayma como uno de los responsables para que se hubiera dado una escalada de violencia generada supuestamente a raíz de “un fraude” electoral, que fue gestado desde la administración de Gobierno del MAS.

“Hace tres años, hace 1095 días, fui secuestrada, arrancada de mi familia y mi lugar en la ciudad de Trinidad, Beni, hacia la ciudad de La Paz, ilegal centro de detenciones signado por Evo Morales, para encarcelar a sus adversarios políticos mediante expedientes judiciales fabricados sobre la base de su relato cómo prófugo de la Justicia y del país”, dice parte de la carta en la que Añez.

La exmandataria remarca que los “delitos cometidos en 2019 son de total y exclusiva autoría intelectual y material de Evo Morales y la cúpula del gobierno del MAS” y que el líder del partido azul “es reo del incumplimiento del voto popular que lo inhabilitó como candidato a presidente el año 2016 y está libre en la impunidad”.

Además considera que el Órgano Legislativo “es un apéndice del Órgano Ejecutivo masista”, que no ha sido capaz de trabajar en una agenda propia que atienda los problemas que asolan a Bolivia como: “la crisis económica empobrecedora de la mayoría”, los desastres naturales por fenómenos climatológicos y “la intencionalidad de los incendiarios y los contaminantes de ríos, arroyos y seres vivos”, la crisis del sistema judicial, el narcotráfico y los bloqueos..

Los procesos contra Añez están vinculados con su llegada al poder en 2019, cuando Bolivia experimentó una profunda crisis política y social que derivó en el fallecimiento de bolivianos durante protestas y manifestaciones en las calles.

Desde el Gobierno, organizaciones sociales y la Fiscalía, se asegura que lo que ocurrió fue un golpe de Estado en donde hubo participación de distintos actores de las esferas políticas y militares.

Por Juan de Dios Peña Gomez

Gerente Administrador de Taxi-Noticias

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