El expresidente está lejos de reconciliarse con el arcismo como pretendía el Grupo de Pueblo; alista otro cabildo
Vuelven los ataques y las acusaciones. El expresidente Evo Morales puso de nuevo el foco sobre el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo. Esta vez reactivó la polémica por la dotación de armas que el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, entregó a la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn). “Eso es para matar”, sentenció ayer en su programa dominical de la radio Kwasachun coca.
“Cuando disparen, no se va a escuchar por los silenciadores, (en contrapartida) la Policía nos dice que no necesitamos armamento, lo que necesitamos son movilidades, patrullas (…) Entonces, eso levanta mucha sospecha”, cuestionó el exmandatario.
Pero fue más allá y se estrelló contra Del Castillo. “No sé si el ministro realmente está enfermo, porque una persona sana, honesta, responsable con la patria, habla la verdad. Bolivia es tránsito de cocaína, en la frontera con Perú están las pistas. Eso lo saben los benianos, lo sabe el Gobierno. ¿Quién controla las pistas en el departamento de Beni?”
La pasada semana el ministro Del Castillo acusó al fiscal de Oruro, Aldo Morales, de filtrar información clave que permitió “al dueño” de un alijo de droga salir del país. Este caso está relacionado con las siete toneladas de cocaína que se encontraron en Pisiga.
Ante estas sospechas, el fiscal General, Juan Lanchipa, defendió a su colega y negó cualquier implicación de su institución. Pocas horas después, el Ministerio Público divulgó, precisamente desde el Beni los resultados de un operativo que permitió la confiscación de más de 300 kilos de cocaína en una pista clandestina. Este reporte no fue emitido por el Ministerio de Gobierno.
Esta polémica tuvo lugar la pasada semana y ayer fue reactivada por Evo Morales. El ministro Del Castillo ni el Fiscal se refirieron a este tema o respondieron a Morales durante este fin de semana.
Morales acusó al gobierno de estigmatizar a los campesinos del trópico de Cochabamba. “Está pasando como en tiempos neoliberales, solo falta que vuelva la base militar de Estados Unidos”, cuestionó el político, quien se prepara para una campaña electoral con la que pretende retornar al poder.
“USAID ha vuelto oficialmente con la Áñez (expresidente Jeanine Áñez), y ahora con Lucho sigue USAID. Eso también es una forma de cómo se ha derechizado” (el gobierno de Luis Arce), apuntó.
El 12 de marzo, los expresidentes de Colombia, Ernesto Samper, Argentina, Alberto Fernández, y de España, José Luis Rodríguez Zapatero del Grupo de Puebla intentaron reconciliar a Evo con Arce, pero no lo lograron.