Argentina fue la primera selección en tomarle la palabra a la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) al determinar que los predios de Ezeiza, en Buenos Aires, serán su base de operaciones durante el desarrollo de la Copa América, que se disputará en Brasil del 13 de junio al 10 de julio de este año.

Según medios argentinos, la máxima entidad del fútbol sudamericano autorizó a las nueve selecciones, excepto Brasil, quedarse en su burbuja sanitaria y viajar un día antes de cada encuentro.

El certamen continental no tiene el aval de algunos seleccionados del continente, razón por la que la Conmebol decidió brindar algunas alternativas, con la finalidad de que el certamen se lleve adelante tal cual ha sido planificado recientemente, teniendo como escenario a Brasil.

La medida supondrá mayor erogación económica para las federaciones nacionales que asuman la misma posición que su par de Argentina, por los viajes de ida y vuelta que realizarían desde su burbuja sanitaria hasta la sede de la competición internacional.

El objetivo de la selección que dirige Lionel Scaloni es estar el menor tiempo posible en Brasil, con el propósito de evitar que se contagien de coronavirus.

Hasta ayer, las federaciones de Argentina y Bolivia confirmaron su presencia en la competición internacional; el resto aún no se ha pronunciado, excepto los integrantes de la selección brasileña y su entrenador Tité, quienes se oponen a la celebración del certamen debido a la crisis sanitaria en su país debido al creciente número de contagiados con Covid-19.

Entre tanto, la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) suspendió por un plazo de 30 días, a partir de ayer, a su presidente, Rogério Cabloco, quien fue acusado por una empleada de la entidad de abuso moral y sexual.

JUGADORES EVITAN HABLAR CON BOLSONARO

La última reunió entre el presidente de Brasil Jair Bolsonaro, los presidentes de cada confederación y capitanes no resultó como se esperaba, ya que los jugadores representantes de cada país se negaron a participar de la cita que se llevó a cabo el sábado por la noche.

Pese a la ausencia de los futbolistas, se llevó a efecto la reunión, en la cual Bolsonaro mantuvo su postura respecto a que el torneo se juegue en Brasil.

Aún no se sabe lo que pasará con cada seleccionado, se especula que habrá un boicot por parte de los jugadores para que no se juegue, pero por otro lado se dice que podrían jugar bajo protestas.

Por Jesus

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