La Policía se comprometió a relevar a todos los uniformados destinados en el pueblo. Los acusan de apropiarse de los bienes de la fallecida
El capitán Yankovic relató todo lo que sucedió el domingo en Rurrenabaque
Autoridades policiales, militares, municipales y dirigentes vecinales se reunieron en la localidad de Rurrenabaque y esbozaron un acuerdo que permita la pacificación de la población, luego de los desmanes que se produjeron durante los cuatro días de Carnaval por la muerte de la menor Anel Cavina Cartagena.
“La Policía Nacional se compromete a dar toda la información referente al caso de la menor a los familiares, a través de control social, para que se garantice una investigación transparente; asimismo, se harán los contactos necesarios para lograr la realización de las pericias para obtener las pruebas necesarias y encontrar al autor material del hecho”, señala el primer punto del acta que suscribieron en esa reunión que se realizó el martes de ch’alla cuando el país atravesaba el Carnaval.
Anel Cavina Cartagena era una muchacha de 16 años que el sábado fue encontrada muerta y supuestamente se habría suicidado por las versiones oficiales. Sin embargo, los vecinos no creyeron en estas explicaciones y se armó un conflicto que se agravó entre el domingo y el lunes. La estación policial de Rurrenabaque fue atacada y destruida por los exaltados.
La turba sindicó a S.B.E., esposa de un capitán de Policía, como la responsable de la muerte. La Fiscalía aprehendió a la acusada y la llevó a audiencia cautelar donde la enviaron a la cárcel de Mocoví en Trinidad. Pero nuevamente la turba impidió el traslado y ante los desmanes la llevaron a la guarnición militar de la población, donde se encuentra actualmente.
Este martes apareció el capitán, M.Y., esposo de la acusada y relató los ataques que sufrieron su esposa y él, afirmó que nunca la dejaron defenderse y que la muchacha tomó la decisión de suicidarse por los hechos de violencia que vivía en su familia.
Dijo que él intentó explicar a la población lo sucedido, pero también fue golpeado y casi linchado. Está destinado en el Comando policial de La Paz y no puede intervenir directamente.
El acuerdo que firmaron las autoridades en Rurrenabaque, conmina al cambio de todos los policías de esa guarnición. Las familiares de Anel relataron en la reunión que los policías se apropiaron del teléfono de la fallecida. También dijeron que la autopsia se realizó de forma expedita y sin brindar información a los familiares.
Las denuncias también apuntan a que las dos cartas que aparecieron en redes sociales fueron escritas por la acusada, y no por la víctima, porque en el momento de su detención las mismas no estaban en el lugar de los hechos. Por todas esas denuncias, la familia y el control social exigieron que todas las acciones policiales sean informadas sin restricciones.